Como se sabe, los colores determinan mucho más cosas que no conocemos. Su elección o uso, por ejemplo, pueden evidenciar algunas de nuestras cualidades y estados de ánimo. Sobre esto, hay muchas teorías. Sin embargo, el color de los ojos también define muchas de las características de nuestra personalidad.
Una mirada puede revelar mucho más de lo que dice una persona:
-Quienes tienen ojos azules, por lo general, no actúan de forma impulsiva ni permiten que sus sentimientos influyan en sus determinaciones. Tienden al pensamiento lógico y a buscar las causas últimas de los problemas. Antes de entrar en acción, elaboran una estrategia. Son eficientes y ambiciosos.
-Las personas con ojos marrones (en todos sus matices) suelen ser más emocionales que racionales. Sienten una profunda necesidad de ser amados y de relacionarse. Viven en la búsqueda del otro, pero su amor no es egoísta; tartan de ayudar, nunca hieren. Poseen habilidad mental para resolver problemas, pero tienden a basarse en sus instintos.
-Aquellos queue tienen ojos verdes son flexibles y de reacciones rápidas. Cuando elaboran un juicio, suelen acertar. A veces, dudan mucho, lo que los torna irritables. Son muy perceptivos. Suelen ser amables y discretos.
Detalles fascinantes
-El color de los ojos es determinado por el nivel de melanina que es un pigmento café en el iris. Los ojos azules contienen menos melanina permitiendo queue se asome el colageno queue es azul. Por ejemplo, el pintor holandés Vincent van Gogh padecía de cataratas y por eso predomina en sus pinturas el color azul.
-Las personas con ojos azules comparten un ancestro en común. Hay 50 tonos de color gris. Los músculos oculares son los más fuertes del cuerpo en forma comparativa para la función que ejecutan.
-El ojo contiene 107 millones de células sensibles a la luz. Parpadeamos un promedio de 4,200,000 veces al año. Por eso, cuando algo sucedió rápido decimos: tan rápido como un pestañazo.
El color de los ojos puede revelar características de una persona. Sin embargo, la mejor forma de conocerla es descubriendo su alma: mírala a los ojos.