Mantente con buena actitud

La palabra “entusiasmo” proviene del griego y quiere decir “DIOS dentro de ti”.

En la antigua Grecia le llamaban entusiastas a aquellas personas que tenían la capacidad de transformar el mundo que los rodeaba y hacer que sucedieran las cosas. Decían que tenían a Dios dentro de sí, que los guiaba con fuerza y sabiduría. El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.

Emerson  dijo: “Nada  grandioso se logra sin entusiasmo”, entonces el entusiasmo es una de las cualidades que se requiere para mantenerse  motivado y alcanzar lo que deseamos. La dificultad  en  la  mayoría de las personas se presenta porque  viven sus vidas a un  nivel muy superficial, y sus pensamientos y emociones son poco profundos. El entusiasmo proviene del interior de la persona, brota en una mente positiva y crece con acciones positivas. Es necesario creer en uno mismo, en la capacidad de hacer, de transformarse y transformar la realidad que nos rodea.



Para lograr ser una persona entusiasta hay que tener un propósito en la vida, hay que saber por qué y para qué vivimos. Hay que estar enamorado de nuestros sueños y metas. Tener una pasión contagiosa y saber que si creemos podemos, si podemos lo hacemos. Es  vital revisar nuestro nivel de entusiasmo, el tener interés por lo que hacemos. El  buscar los conocimientos para mejorar lo que hacemos y desarrollar la convicción de que no importan los retos que se presenten; es lo que nos permitirá convertir nuestros  sueños en realidad.



Tú tienes miles de horas de vida que fueron momentos históricos, que marcaron la dirección de tu vida y estos sucesos están acompañados por un nivel de energía extraordinaria, por un entusiasmo contagioso. La gente que ha marcado tu vida positivamente, que te ha ayudado a convertirte en lo que eres hoy, fueron personas que  produjeron confianza en ti, determinación y seguridad de que tú  podías llegar.



Quiere decir entonces que para mantener un nivel alto y poderoso de entusiasmo se requieren cinco elementos:



1.- Cree en  ti. Saber que entre los 6 mil millones  de personas que viven en el planeta Tierra tú eres único y especial.  Tus huellas digitales, tus pupilas, tu tono de voz, tu sonrisa y tu energía son únicos. No hay copia de ellas.



2.- Saber enfocarse en lo que nos apasiona, nos enriquece, nos levanta el espíritu, nos llena de fuerza y nos permite dar la milla extra, convertir lo invisible en visible, lo difícil en fácil y lo imposible en posible.



3.- Cuida tu atmósfera. Cada vez que  entras a un lugar es impactado por los pensamientos y emociones, por la gente que estuvo antes. Tu tarea es impactar el ambiente donde te encuentres, utilizando tus palabras positivamente, tu tono de voz y tu energía. Procura que cuando te despidas de las personas ellos puedan percibir la esencia de tu energía positiva.



4.- Combate lo negativo. Por cada minuto negativo que pasas necesitas 11 minutos positivos para volver a la normalidad. Debes estar atento a los comentarios que te pueden sabotear, desalentar o frustrar. Tu tarea es tener un mantenimiento preventivo para que cuando lleguen esos momentos difíciles, puedas reenfocarte en lo que te da fuerza, en lo que te llena de energía y de confianza.



 5.- No te rindas. El entusiasmo es una batería que se puede descargar. Tenemos que conectarnos con gente positiva, hablar y  compartir con personas que nos den fuerza, que nos alienten, que nos alimenten nuestra esperanza. Las personas que tienen gente de calidad a su lado, tienen calidad de vida, calidad de comunicación y calidad en los resultados que  consiguen.



Levántate hoy a conquistar lo que te pertenece, lo mejor de tu vida viene en camino. No importa cómo haya sido tu pasado, tu futuro puede ser diferente, pero la decisión está en tus manos. Recuerda siempre que tenemos dos opciones: o asumimos responsabilidad por  nuestro futuro o esperamos que las crisis definan nuestro destino. “Mantente entusiasmado”