(Tomado del libro de Joanna Macy “El mundo como amor, el mundo como uno mismo”)
Esta profecía se originó hace doce siglos en el budismo tibetano.
Algunos la interpretan como un acontecimiento interno, una metáfora para nuestro propio viaje espiritual interior, independiente del mundo que nos rodea. Otros la presentan como un acontecimiento enteramente externo que se desarrollará en nuestro mundo, con independencia de lo que elijamos hacer o de nuestra participación en la sanación de nuestro mundo.
Una tercera versión sostiene que se viene un tiempo en que toda la vida de la Tierra estará en peligro a causa de los grandes poderes que han gastado su riqueza en armas de destrucción y tecnologías que echan a perder nuestro mundo para aniquilarse mutuamente.
Entonces es cuando empieza a surgir el reino de Shambala que no es un sitio ni una entidad geopolítica sino que existe en el corazón y la mente de los guerreros de Shambala.
No se los puede reconocer porque no llevan uniforme, insignia ni estandarte.
¿Cómo se entrenan? Se entrenan en el uso de dos armas. ¿Qué armas? Compasión y discernimiento. La compasión nos da el combustible, el poder, la pasión para movernos. Cuando nos abrimos al dolor del mundo, nos movemos, actuamos. Pero esa arma por sí sola no es suficiente. Puede llegar a dejarnos exhaustos, por lo tanto necesitamos la otra; necesitamos discernimiento en la interdependencia radical de todos los fenómenos.
El calor de la compasión y la sabiduría del discernimiento juntos, dentro de cada guerrero Shambala y entre los guerreros mismos pueden sostenernos como agentes de un cambio saludable. Son dones que debemos reclamar ahora para la sanación de nuestro mundo.
Qué requiere el entrenamiento del guerrero shambala
• Establecer la firme intención de vivir para la sanación de nuestro mundo. Ser consciente de él, nutrirlo y honrarlo todos los días.
• Estar plenamente consciente en nuestro tiempo. Encontrar el coraje para tomar contacto con el sufrimiento de nuestro mundo. Dejar que la paz y la sanación surjan a cambio por intermedio nuestro.
• Tener siempre en mente la visión de la transformación personal y la del mundo en forma conjunta.
• Mantener el equilibrio entre la actividad externa y el sostenimiento interno.
• Escuchar al corazón para darse cuenta de nuestros propios dones que son únicos. Cultivarlos con diligencia para ofrecer conocimiento y habilidad al mundo.
• Desarrollar la no violencia a nivel de cuerpo, mente y lenguaje. Con gran paciencia hacia uno mismo, aprender a hacer hermosa cada acción, pensamiento y palabra.
• No dirigirse al poder en sus mismos términos. Ver a través de su verdadera naturaleza hecha a partir de la mente y el corazón y dirigir nuestra respuesta desde ese nivel.
• Simplificar. Deshacerse de lo que ya no funciona en nuestra vida.
• Buscar nuestra esencia y brindarle nuestra mejor energía.
• Deponer la pesada carga de salvar el mundo uno solo. Unirse a otros que piensen de manera similar.
• En el crisol de la meditación incrementar cada día la compasión, sabiduría, destreza y coraje que añora el mundo.
• Sentarse con el odio hasta percibir el miedo que subyace.
• Sentarse con el miedo hasta percibir la compasión que subyace.
• No aspirar a obtener ningún resultado en particular. Disfrutar de la acción positiva en sí misma y confiar en que dará fruto.
• Cuando veas violencia, codicia y estrechez mental en todo su poder, entra directo en su corazón permaneciendo abierto al cielo y en contacto con la tierra.
• Abiertos y en contacto con la tierra recordar que somos herederos de miles de generaciones de vida.
• Abiertos y en contacto con la tierra confiar en la magia y el poder que surgen cuando las personas se unen para una gran causa.
• Abiertos y en contacto con la tierra tener fe que las fuerzas de la sabiduría y la compasión se manifiestan a través de nuestras acciones para sanación de nuestro mundo.
• Cuando veas las armas del odio desármalas con amor.
• Cuando veas las fortalezas de la estrechez mental, rómpelas con la verdad.
• Cuando te encuentres en las oscuras nubes del terror, disípalas con coraje.
• Cuando las fuerzas del poder busquen aislarnos unos de otros, salgamos con alegría.
• Aferrado a tu intención déjate llevar por la música de la vida y baila.
Einstein decía que el mundo es un lugar peligroso no a causa de los que hacen el mal sino a causa de los que miran y no hacen nada