Si te centras en el aspecto de la casa o te la imaginas en todo detalle pero sin tener claras las funciones que deseas que cumpla, podrías encontrar el aspecto específico que habías imaginado y descubrir que la casa no satisface tus necesidades. Si compras una casa en particular sólo porque te gusta su aspecto pero sin saber para qué la quieres (para invitar a tus amigos, almacenar los muebles y utensilios del exterior o instalar una oficina), la casa te podría decepcionar. Podría disponer de poco espacio para visitas, no tener guardamuebles o habitaciones suficientes. Aunque es bueno imaginar una casa muy específica, si se puede, incluyendo hasta el color de las paredes, también hace falta saber porqué se desean estas características particulares. Cuando sepas la esencia de lo que deseas, los objetos atraídos te aportarán lo que necesitabas.
Incluso sabiendo la forma de lo que deseas, has de conocer su esencia. Para descubrirla, sea tan específico como puedas. Si, por ejemplo, quieres un televisor nuevo, piensa en el color, las características y las opciones que necesitas; luego pregúntate "¿Porqué deseo esta característica en vez de aquella otra?" Siendo cada vez más específico, descubrirás la esencia de lo deseado. Si alguna vez has diseñado o construido algo, habrás visto que te hizo falta pensar de antemano en los usos y funciones que deseabas de él para que su realización sirviera tus propósitos.
Sanaya Roman y Duane Packer