El secreto de la felicidad es una preocupación cada vez más importante en la época actual en la cual vivimos, ya que queremos vivir nuestra vida de la mejor manera posible. Además de ser algo bueno en sí, la felicidad está vinculada con todo tipo de
beneficios como el mejor funcionamiento del sistema inmunológico, el aumento de la creatividad y la productividad.La felicidad, para la mayoría de la gente, es más que un conjunto de sentimientos intensamente positivos y se describe como la sensación de paz y contención. Independientemente de su definición, la felicidad es en parte emocional y por lo tanto tiene que ver con sentimientos personales que tienen un punto de referencia; pero dichos acontecimientos positivos solo son un impulso, una vez que pasa el tiempo es uno mismo quien debe mantenerse naturalmente en ese estado.
La verdadera felicidad no tiene que ser solo espóradica por la emoción momentánea de un suceso que nos haga felices, o sea que es un estado mental, y como tal, puede ser intencional y estratégica.
Estudios recientes nos guían a través de la forma de actuar de las personas que son más felices en la vida, lo cual es un excelente manual para aprender hábitos que aumenten nuestro nivel de felicidad. Resulta que algunas actividades que en un primer momento no hacen sentir inseguridad o cierto malestar al final terminan asociadas, paradójicamente, con algunas de las experiencias más memorables y agradables.
Entre los
hábitos para aumentar la felicidad se destacan los siguientes:
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Mantener la curiosidad. La felicidad sostenida no se trata solamente de hacer las cosas que conocemos que nos gustan, debemos incluir la curiosidad que nos permite salir de nuestra zona de confort y nos hace crecer, aventurarnos y conocer cosas nuevas. Ser curioso es un camino de exploraqción hacia lo desconocido que puede traer ansiedad, pero que bien suele acarrear momentos felices y nos convierte en personas más fuertes y sabias.
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No perder tiempo con detalles innecesarios. Los satisfechos son menos propensos a ser analíticos y detallistas, ya que en general se inclinan hacia lo positivo y son menos escépticos que otros. Demasiada atención al detalle puede interferir con el funcionamiento básico del día a día, además de ser agotador y paralizante.
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No esconder las emociones negativas. Hay un tiempo para cada sentimiento y no es sano negar lo que sentimos, debemos enfrentarnos con flexibilidad a lo que nos sucede. La capacidad de cambiar los estados mentales como exigen las circunstancias, resulta ser un aspecto fundamental del bienestar.
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Permitirse el placer. Una vida que carece de placeres no es divertida, por lo tanto darse el gusto con pequeños placeres diarios, como por ejemplo tomar un largo baño, es un aspecto crucial para vivir una vida satisfactoria.
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