Limpiar nuestros cuerpos sutiles para empezar a desbloquear esas “ondas imán” de energías “negativas”. El ejercicio se llama Estado Vibracional, y lo que se trata es conseguir poner esas energías internas precisamente a eso, a vibrar, para que se suelten, para que se puedan mover por el cuerpo, para que se desbloqueen.
Acumulando energía
Cerramos los ojos y nos relajamos, vamos a concentrar la atención en nuestro cuerpo etérico, en la energía que nos recubre físicamente, que podemos notar “en contacto” con nuestra piel.
Notamos como existe ese pequeño cosquilleo desde los pies a la cabeza, si focalizamos nuestra atención en una mano, quizás notemos la sensación de calidez que genera la energía de nuestro cuerpo sutil.
Lo que vamos a hacer ahora es, simplemente por el poder de nuestra voluntad, mover y subir toda la energía que podamos a nuestra cabeza, encima de la misma, alrededor del chakra de la coronilla. Vamos a ir subiendo la energía por los pies, piernas, tronco, brazos, etc., hasta acumularla en la cabeza, pensándolo, ordenándolo. Una vez notamos que hemos acumulado parte de nuestra energía en la cabeza, la vamos a mover mentalmente hacia abajo, recorriendo todo el cuerpo, hasta que llega a los pies. La volvemos a almacenar toda en los pies de nuevo, y cuando lo hayamos hecho, volvemos a mandarla hacia arriba, recorriendo todo nuestro cuerpo, sintiendo como esa energía sube.
Instalando el estado vibracional
¿Cómo hacer que toda nuestra energía se ponga a vibrar? Lo que haremos será ir incrementando la velocidad y la intensidad del movimiento de subir y bajar energía desde la cabeza a los pies. Es una cuestión de voluntad. Cada vez más rápido de forma que vayamos arrastrando en cada pasada bloqueos que puedan existir en cualquier parte de nuestro cuerpo al ir pasándoles “la escoba” energética que acabamos de crear. A medida que vamos incrementando la rapidez, notaremos que empezamos a “vibrar”, se crean unas vibraciones que no es otra cosa que nuestros cuerpos sutiles entrando en una especie de resonancia.
Dejemos que sigan esas vibraciones, pues estamos desenganchando energía atascada, bloqueada. Podemos dejar este efecto actuar unos minutos y luego poco a poco hacer que cesen y volver a nuestro estado normal.
Bloqueos y repetición
El ejercicio que se acaba de explicar tiene buenos resultados si se hace con constancia.
Conseguir un estado vibracional que sea potente y que haga romper estructuras energéticas estancadas requiere bastante práctica. También será común encontrar bloqueos en varios chakras (sobre todo en el tercer y cuarto) cuando estemos intentando subir y bajar energía por el cuerpo. Para romper estos bloqueos, hay que “empujar” con voluntad la energía hacia abajo y hacia arriba, para que pueda atravesar el chakra y desbloquearlo. E los primeros intentos a veces la energía “da un salto” o “se va por los lados” al llegar al tercer chakra, así que hay que “obligarla” a pasar por el medio para romper y desbloquear lo que estuviera ahí atascado. La sensación después de hacer 5-10 estados vibracionales al día es que parece que tus energías fluyen mucho mejor por todo tu sistema, lo cual repercute enormemente en la potencia y calidad de la energía que emitimos al exterior.
Ducha magnética
Otro ejercicio para mantener limpio nuestros cuerpos energéticos.
El agua es el limpiador universal por excelencia, todo lo que se usa para limpiar en este planeta tiene al agua como base. La ducha que nos metemos cada día es el ritual de limpieza físico y corporal que todos llevamos a cabo, pero lo que quizás no conocíais, es que también actúa como limpiador “energético”. El hecho de darnos una ducha ya hace que nuestras energías, a un cierto nivel, se “limpien”, pero si además lo hacemos con una pequeña dosis extra de energía consciente, tenemos lo que llamamos una “ducha magnética”.
El objetivo no es otro que eliminar, con nuestra propia energía, y gracias al efecto “arrastrador” del agua de la ducha, esos pequeños bloqueos y energías estancadas que podamos tener en nuestra aura.
Para ello lo que haremos será simplemente “exteriorizar” energía. Es decir, cuando nos estemos duchando podemos tranquilamente cerrar los ojos, y “sacar” nuestra energía como si estuviéramos llenando un balón, a todo alrededor nuestro. Exteriorizar energía no es otra cosa que “ordenarle” mentalmente a nuestro cuerpo que emita “hacia fuera” su fuerza, que la proyecte. Nos rodeamos mentalmente de esa energía y nos recubrimos de ella. Estamos sacando energía que al entrar en contacto con el agua, y ser arrastrada, ayudará a eliminar residuos estancados y pegados a nosotros.
El efecto de la ducha magnética, cuando la hacemos por unos minutos conscientemente, no provoca solo la relajación del cuerpo físico, sino de todos los cuerpos del aura, por lo que nos ayudará a sentirnos bien a muchos niveles, habiéndonos desprendido de todo tipo de residuos que hayamos acumulado durante el día y que nos están impidiendo que nos encontremos armonizados completamente.
Abrir y limpiar chakras- Visualización
Para trabajar los chakras por nuestra cuenta, también podemos usar técnicas de visualización como la que se explica a continuación.
Sentados cómodamente, vamos a relajarnos y visualizar que nos entra un haz de luz por nuestro séptimo chakra, que baja directamente por nuestra espina dorsal hacia el primer chakra, el chakra base.
Mentalmente vamos a imaginar cómo esta luz envuelve ese chakra, visualizando el remolino o la bola que es ese vórtice energético y ordenamos mentalmente a la energía que lo haga girar, lo limpie, lo desbloquee, lo sane. En la visualización podemos empezar a notar como ese chakra suelta energías estancadas, o se va limpiando. Tras pasar unos minutos en ese chakra, movemos mentalmente la energía al siguiente.
Estamos ahora en el segundo chakra, y repetimos el proceso. Lo recubrimos de luz, de energía pura, lo limpiamos, lo desbloqueamos, lo hacemos girar. La energía obedece a nuestras órdenes mentales, así que le indicamos que sane el chakra en su totalidad. Tras unos minutos, vamos a visualizar como conectamos el primer y el segundo chakra con un canal limpio por el cual esta energía fluye libremente y sin obstáculos.
A continuación subimos al tercer chakra, y repetimos el proceso. Una vez desbloqueado, mentalmente conectamos este tercer chakra al canal que tenemos entre el primero y el segundo, notando como ahora fluye perfectamente la energía entre nuestros tres primeros chakras.
Y así sucesivamente, vamos envolviendo energéticamente cada chakra, los vamos limpiando, desbloqueando, y conectándolos entre sí. Este ejercicio con constancia y práctica nos ayuda a mantener todos los chakras en buen estado para que transmuten correctamente el máximo de energía posible hacia los cuerpos sutiles.
Otras formas de limpiar chakras y cuerpos sutiles
Puesto que a nosotros nos interesa mantener limpios al 100% nuestros chakras y nuestros cuerpos sutiles (y todo nuestro sistema energético en general) hemos de tener una o varias técnicas para ello que podamos usar regularmente. Existen decenas de herramientas, desde la gemoterapia y el uso de piedras, sesiones de sanación energética, reiki, terapias basadas en el sonido, etc. Cada uno tendrá sus preferencias, y sus combinaciones, lo importante es usarlas de forma constante para mantener los “emisores” de la energía que vamos a manifestar en pleno funcionamiento.
Cancelando los efectos negativos
Otra cosa que podemos hacer es aprender a detectar nuestros pensamientos “negativos” y aprender a cancelarlos inmediatamente.
¿Cómo hacemos para cancelar energías que ya hemos proyectado sin darnos cuenta? Pues emitiendo mentalmente una orden de sentido contrario. Es decir, si nuestros pensamientos son ondas mentales, que tienen una frecuencia, amplitud y potencia determinada, cuando generamos una onda de sentido contrario ambas se cancelan.
Podemos hacer dos cosas, lo primero, emitir un pensamiento contrario a lo que nos hemos dado cuenta que estamos emitiendo. Si no hacemos más que pensar en que tenemos un problema que no se va a solucionar, vamos a pensar en que se va a solucionar.
Esto no va a arreglar nada, simplemente va a cancelar las energías que manifiesten obstáculos a la solución de nuestro problema, que es lo que estamos emitiendo en primer lugar, de forma que al menos, aunque sigamos teniendo el problema, no estamos echando más leña al fuego atrayendo situaciones que confirmen que no podemos quitárnoslo de encima.
También podemos usar una frase o afirmación genérica, que podamos proyectar hacia el exterior en cualquier momento, y que viene a ser algo así como:
“Creo la intención de cancelar cualquier manifestación de todo tipo de forma de pensamiento negativa o emoción negativa que haya podido proyectar, bloqueando su aparición en cualquier forma en mi realidad”.
Ejercicio: Trabajar durante unos días las diferentes técnicas vistas para limpiar nuestro sistema energético, empezar a transmutar de forma genérica estas ondas “globales” para conseguir manifestar estos conceptos de forma automática.
David topi
Curso “Creación de la realidad”