Aclaremos el concepto tan ampliamente extendido acerca de que las emociones son negativas. Sucede que una emoción por sí misma no puede presentarse sin existir un pensamiento erróneo que la preceda y altere por tanto nuestro equilibrio energético. Si ponemos atención a esta situación, la emoción solo se presenta cuando existen intromisiones mentales que comprometen nuestro funcionamiento interno. Esto significa que las emociones podrían ser parte de un sistema de protección y supervivencia que salvaguarda el equilibrio energético de nuestro cuerpo.
Este concepto es fundamental para preservar la vida y tiene mucho sentido… ¿Que nos protege contra influencias externas no recomendables? – ¿Algo debiera de retroalimentarnos en cuando nuestro sistema sea vulnerado por intrusos tóxicos no crees?… Ese algo debiera avisarnos cuando existan amenazas latentes… Pues bien… bingo… Resulta que ese algo son nuestras emociones que nos avisan de peligros potenciales que se manifiestan a través de componentes mentales disfuncionales, mismos que a su vez se alimentan de juicios e interpretaciones erróneas que hacemos en torno a una situación.
Estas interpretaciones y creencias erróneas comprometen en primera instancia nuestro equilibrio mental y energético, después el emocional y físico. Pon atención en la secuencia que te presento, ya que es un efecto dominó. Todo comienza por la mente y termina en el cuerpo físico. Así que las emociones bien podrían considerarse como la piel de nuestro cuerpo energético. Haciendo una comparación con el sistema nervioso que protege a nuestro cuerpo físico a través de la piel. Este nos avisa de posibles amenazas que puedan producirnos lesiones de diversa índole como son las cortadas, golpes y quemaduras.
Las emociones desempeñan un rol similar. Nos avisan de la presencia de intrusos indeseables en nuestro sistema energético que van a comprometer nuestra biología, es por ello que se activa una respuesta (aviso) cada vez que estos aparecen creando interferencias y bloqueos. Dentro de esta comparación que te hago… imagina que tu cuerpo es una casa bien equipada con un sistema de sensores que protegen tus puertas y ventanas, accesos, pasillos y estancias.
¿Qué hacen estos dispositivos cuando detectan la presencia de algo no deseado en tu perímetro?… Activan una alarma que te avisa de un peligro latente, ello representa una presencia nociva. Pues bien, algo así sucede con tus emociones. Ellas son las respuestas que genera tu cuerpo energético para enviarte señales de alarma a través de su departamento de protección y seguridad. Tus emociones son eso, los sensores que detectan y la sirena que te alerta.
El enfoque que te invito a considerar es el siguiente. Las emociones no son tus enemigos, ni son negativas como te han dicho. Ellas son tus aliadas. No son las villanas del cuento. Las han difamado inconscientemente durante largo tiempo. Ellas tan solo te avisan cuando algo está comprometiendo tu equilibrio energético que es fundamental para preservar la vida. Las emociones son la piel de tu cuerpo energético. El rol que ellas desempeñan tiene que ver con el de protección y supervivencia.
Nuestro inconsciente (programa de origen a cargo de nuestro equilibrio) emite respuestas biológicas que se traducen en lo que conoces como reacciones emocionales y físicas (enfermedades) con el sentido de señalarnos en donde se encuentran los conflictos programantes (el origen de todo proviene de un contenido mental toxico) Así que las emociones son señales para retroalimentarnos y protegernos. Poseemos un sistema energético maravillo y muy importante, es de suponerse que tenía que contar con un mecanismo de retroalimentación para su protección. Así como tu piel es sinónimo de protección para tu cuerpo físico. Otro tanto hacen las emociones con tu cuerpo energético. Tan simple y con mucho sentido común, tanto, que cuesta trabajo ver como hemos adulterado el rol básico de las emociones, como las hemos distorsionado, enredado y mal interpretado.
En una época donde se presentan cambios acelerados y donde también se ponen al descubierto muchas falsas creencias y mentiras. Hoy nos corresponde reivindicar a las emociones. Les invito a revisar todo lo documentado al respecto y reestructurarlo para corregir y limpiar la percepción que teníamos al respecto. Les invito a cambiar el enfoque negativo tradicional tan ampliamente extendido por uno más constructivo e integrador. No ayuda en nada el seguir pensando que las emociones son la causa de nuestros problemas. En todo caso los bloqueos emocionales son un efecto que al atenderse trae mejoría ciertamente.
Pero no olvidemos donde se encuentra el origen de todo. Mucho ayudaría el tomar consciencia y fomentar la responsabilidad emocional desde este enfoque que les presento. Nos permitiría liberarnos de entrada, de mucha tensión acumulada en nuestra vida. ¿En qué me baso para decir esto?.. Es simple… Imagina que dejas de hacerle la guerra a tus emociones, que dejas de resistir, de ocultar y reprimir. De negar y descalificar. De juzgar y desvalorizar… ¿Qué crees que sucedería?… ¿Puedes apreciar la magnitud del cambio positivo en tu vida?… Imagina que todo el tiempo te has pasado escuchando que la ira es un pecado capital y que te vas a condenar.
Trae a tu mente cuántas veces has sido mal visto social, espiritual y moralmente por enojarte, permanecer resentido, estar molesto, mostrar impaciencia o irritabilidad por cualquier razón o con rabia. Te has creído que tú no eres buena persona al dejarte llevar por esas emociones. Socialmente te desaprueban y señalan como culpable. Sin embargo tú enfermas, te aguantas, soportas, vives resentido, frustrado y triste por tu situación… ¿Qué sucede aquí? … En resumen, vives sometido a creencias erróneas. Tus emociones te dicen que estas invadido de componentes mentales virulentos vestidos de normas y reglas antinaturales que están afectando equilibrio mental, energético y biológico.
Pon atención en lo siguiente… deje de usar la palabra “reacción” (como algo que nos somete contra nuestra voluntad) y la sustituyo por la palabra “respuesta” (algo que coopera y nos retroalimenta para protegernos) desde este paradigma la vida se vuelve más amable, tus emociones dejan de ser un problema y no las percibes como un huésped indeseable. Las dejas de ver como una carga o situación que te compromete y afecta de diversas formas. Todas estas apreciaciones, juicios, conclusiones y tendencias están en la mayoría de los casos mal fundamentados. Por ello es importante limpiar nuestra percepción de estas falsas ideas en torno al rol, sentido y origen de las emociones.
© Ari Shemoth
Fuente: angelesamor.org