Tendemos a hacer la “pasión” como un objeto, como algo que podemos tener en la mano para ser feliz. Que si no llegamos a tener “pasión”, no estaremos contentos en la vida.
Pero pasión es simplemente una palabra. Que cada uno la puede definir como quiera. Aunque creo que deberíamos concordar, por lo menos, que pasión consiste en tener motivación de hacer las cosas en este pequeño tiempo de espacio que tenemos en el mundo.
Estar apasionado es tener un impulso para lograr tus metas, porque se sienten bien para ti y porque te genera energía. Y mucho mejor cuando estás alineado con quién eres tú realmente, actuando acorde a lo que piensas, escuchando tu propia sabiduría y tu propio corazón.
Porque cuando te sientes apasionado, atraes más felicidad, más éxito, mejores relaciones, menos miedo, menos estrés, menos preocupación. ¿No es esto lo que todos estamos buscando?
Aunque siendo sinceros, todo en la vida tiene sacrificios (o tener prioridades). Todo tiene algún tipo de costo y nada es emocionante al 100%. Si apenas estás comenzando a crear una realidad apasionante, vas a tener que trabajar duro si quieres triunfar.
Van a ver momentos poco gratos, vas a fallar en ocasiones y algunas personas se alejarán de ti. Por eso mismo, estar apasionado ayuda bastante, nos ayuda a permanecer en algo que nos interesa demasiado y avanzar aún cuando las cosas se ponen difíciles.
Ya verás que esos momentos grises se van ocultar rápidamente cuando te despiertes cada día emocionado por el trabajo que vas a hacer, por el impacto que estás logrando y por la felicidad de disfrutar la vida.
Lo único que nos limita es nuestra propia mente, nuestra imaginación y nuestras ganas de sobresalir. Y es lo mismo con la pasión, no es algo que tienes que buscar, es algo que debes descubrir. Pero nada va pasar si te quedas parado.
Tú eres el único responsable en tu vida. Tú mismo escoges tu realidad.
Tú mismo puedes descubrir tus pasiones y así, tener una Vida Apasionante.
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