A veces hay personas que son más conflictivas. Quizá tengas a alguien cercano que constantemente te está buscando pelea o controversia. Muchas veces esto ocurre precisamente con las personas más queridas y familiares. Sí, porque ellas han aprendido lo que te molesta. Saben lo que te hace enfadar.
El problema está en que tú reaccionas siempre de la misma manera. Respondes, te defiendes, atacas y quizás hasta lloras.
La solución está en no responder más de la misma manera. Cambia el tema de conversación como si no hubieras escuchado nunca aquello que te ofende. O si es necesario, retírate. En una discusión nadie gana realmente.
Cambia el juego y la otra persona terminará cansándose de insistir al darse cuenta que ya no te hace reaccionar. Se acaba la diversión para ella y dejará de molestarte. Tendrás de esta forma, más armonía en tu vida.