¿Crees que tu existencia es insignificante para el mundo? El día en el que te despiertes con esa idea en la cabeza, descártala.
Sólo con haber nacido, ya impactaste en las vidas de unas cuantas personas. Y, desde ese día en que naciste, estás influyendo en la vida de la gente, aun sin darte cuenta.
Es cierto que nadie es indispensable y que hay personas más influyentes que otras. Pero eso no te quita tu lugar y todos los cambios que tú has desencadenado alrededor.
Sin ordenarlos por importancia, echa un vistazo a estos escenarios. Verás que tu presencia en este mundo cuenta más de lo que imaginas.
En tu trabajo
El trabajo es una actividad que realizas para la sociedad y, por tanto, una de las áreas donde más se nota tu influencia. Porque, sea cual sea la actividad que realices (incluso si trabajas atendiendo tu casa), siempre hay otras personas involucradas.
Hay profesiones donde el impacto sobre la vida de otros es más notorio. Pensemos en los profesionales de la salud o de la enseñanza, por ejemplo.
Quizás en tu actividad no trates con tanto público. Aun así, está inserta en un entramado de relaciones, donde lo que tú haces afecta (directa o indirectamente) a los demás.
En tus gestos generosos
(También influyes con los gestos no-generosos, pero vamos a enfocarnos en las influencias positivas.)
Probablemente, eres consciente de los cambios positivos que tienen lugar en la vida de esas personas por las que haces algo bueno. Pero no de todos los cambios.
Es difícil estar seguro de cuánto pueden influir unas palabras de aliento, un abrazo o un consejo. Quizás, con un simple gesto, estés provocando un giro radical en la vida de otra persona.
Una frase que pronuncies puede ser el detonante para que una persona aclare sus ideas y tome una decisión importante.
Con pequeños gestos generosos ya estás contribuyendo a mejorar la vida de otros. Estás influyendo en sus vidas. En ocasiones, esa influencia puede enorme. Y tú… sin saberlo.
En lo más inesperado
También tiene gracia que, muchas veces, influyes en los demás sin que tengas la intención de hacerlo ni sospeches que lo has hecho.
Hay personas que han aprendido lecciones gracias a ti, que se han inspirado observándote, que han cambiado radicalmente sólo porque un día tú estuviste en un lugar… y no en otro. Y nunca lo supiste.
Qué te digo… Piensa en un día de lluvia, en el que estás intentando abrir el paraguas en plena calle y, accidentalmente, tropiezas con una persona. Le rompes las gafas.
Va de camino a la óptica para arreglarlas y, como no ve bien, a punto está de ser atropellado por un coche. El del coche se baja y los dos escuchan el llanto de un niñito abandonado en un portal.
Y así fue que, gracias a tu torpeza abriendo el paraguas, pudieron socorrer al bebé, que ahora crece feliz al lado de una familia.
¿Te parece muy peliculero? Creo que eso es porque no conoces el alcance que pueden tener cada una de tus acciones. Algunas de ellas, que pueden parecer intrascendentes, originan efectos en cadena muy curiosos. Así es la vida.
Acuérdate de todas esas personas que han influido en ti. Muchas lo hicieron conscientes de ello. Otras, no sospecharon cómo iban a afectarte.
En conclusión: Tú estás influyendo en la gente. Impactas en la vida de los demás. ¿Qué tal si eres consciente de esa influencia y la empleas en favor de quien te necesita? Quién sabe el alcance que puede tener…
Por supuesto, yo también quiero hacer esto. Aunque, ya te digo, lo pretendamos o no, nos demos cuenta o no, tanto tú como yo estamos cambiando el mundo que nos rodea cada día.
http://tusbuenosmomentos.com/2014/10/como-influyes-otros/