La atracción es un concepto que podemos aplicar en diversas áreas de nuestra vida, sin embargo, cuando hacemos referencia a la atracción, generalmente lo asociamos con lo físico o lo erótico. Es justamente Helen Fisher quien propone que la atracción física y sexual son parte fundamental del proceso de emparejamiento humano.
Por ejemplo, cuando dos personas se conocen, surge un “click” como respuesta al proceso químico que producen las hormonas, pero con ello existen tres factores que complementan la atracción entre ambos: la cultura, las características físicas (ojos, cabello, estatura, el cuerpo en general) y características externas (vestimenta, gustos, etcétera), es por ello que generalmente tendemos a elegir como pareja a aquel con quien sentimos química, porque además de las hormonas también existe semejanza con lo que nosotros mismos somos. Una vez que se da este “click” en la pareja, comienzan a hacerse planes con respecto a la vida que han de compartir juntos, se idealiza la relación y se activan 4 pilares esenciales para la estabilidad conyugal: proyecto en común, lo económico, la ternura y lo erótico, pilares que deben ser retroalimentados a partir de la reciprocidad de quienes participan.
Los terapeutas de pareja hacen referencia a que estos 4 pilares, son la constante en la consulta, pues siempre la pareja muestra desacuerdo en uno o varios de estos componentes. La pregunta aquí es ¿por qué las parejas tienen conflictos en cualquiera de estos componentes? Bueno, creo que la respuesta es sencilla ya que todos, en más de una ocasión, hemos experimentado esa sensación: la insatisfacción. Cuando una persona no disfruta o no goza lo que tiene o hace, huye, lo hace con la posibilidad de encontrar algo mejor que le permita recuperar el equilibrio para sentirse pleno.
En las relaciones de pareja pasa algo similar, sólo que en este subsistema (la familia como sistema central), hay en juego una pieza sumamente importante: la renuncia al anhelo idealizado de la pareja perfecta, renuncia que suele sentirse como fracaso y por eso es que cuesta trabajo reconocer que algo no está funcionando.
La buena noticia es que cuando uno se permite identificar pero sobre todo aceptar que algo en la relación no está funcionando, hay mayores posibilidades de restablecer el equilibrio y esta posibilidad se basa en la comunicación. La comunicación es un elemento indispensable en toda relación humana, desafortunadamente la tecnología ha ido remplazando los medios claros y precisos para dar a conocer lo que pensamos, sentimos o deseamos; esto sin duda influye en la manera en que interactuamos con nuestra pareja. Hablar con tu pareja cara a cara, en un espacio íntimo y con la flexibilidad para escuchar lo que ambos tienen que decir sobre lo insatisfechos que se sienten con respecto a cualquiera de estas áreas, permitirá que ambos reanalicen qué es lo que les hace falta para reencontrarse. La atracción es un proceso de compatibilidad con el otro a partir de lo que nos gusta, lo que deseamos y lo que necesitamos.
Por: Psic. Cynthia Saenz Alonso