Uno de los mayores errores que comenten las personas con problemas de dinero, es el siguiente: se enfocan en todo momento en sus problemas (resultados) y cada vez más les dan más atención y energía a solucionar ese problema; creyendo que así mejorará su situación financiera.
Imagínate por un momento un árbol, en ese árbol hay frutos. En tu vida tus problemas y resultados son como los frutos del árbol y el árbol es tu mente consciente y subconsciente.
Al cometer el error de ver tus resultados que no te gustan (frutos) no puedes simplemente tomar la decisión y arrancar del árbol todos los frutos y esperar a que tus problemas se resuelvan, porque sabes muy bien que tarde o temprano ese árbol volverá a dar los mismos frutos.
¿Te das cuenta del error? La mayoría de las personas ven sus vidas, y no les gusta lo que ven y se enfocan en sus problemas (en los frutos) y probablemente siempre tendrán los mismos problemas (frutos)
La solución más inteligente a este planteamiento sería enfocarte en las raíces del árbol y si no te gustan los frutos enfocarte en las raíces, semillas y cambiarlas por completos.
Tu mente consciente y subconsciente son las que generan tus pensamientos y a su vez tus pensamientos generan tus sentimientos, que son los que te llevan a actuar y estos garantizan la calidad de tu vida y tus resultados.
Cuando observas tu vida y no es como la que quieres vivir ¡hay un problema! Y como hay un problema debemos enfocarnos en las raíces, y en las semillas que sembramos.
La semilla de tus resultados actuales, no la sembraste tu. La sembraron las personas encargadas de tu educación cuando joven: tus padres, tu comunidad, la televisión, las figuras de autoridad y tus maestros.
Todas estás personas fueron las encargadas de sembrar la semilla que hoy en día en tu vida te están dando tus resultados.
Si piensas como un rico te harás rico; si piensas como un pobre, te perseguirá la pobreza.
Piénsalo por un momento, imagina que tienes una relación equilibrada y amorosa con tu pareja, si miras hacia atrás podrás notar que tuviste buenos ejemplos de relaciones personales.
Esos buenos ejemplos son las buenas semillas que te están dando los frutos (resultados) de tu relación exitosa.
Al igual sucede con los aspectos negativos de tu vida, si observas bien te darás cuenta de que las semillas que sembraron en tu mente no son las correctas porque en la actualidad tus resultados no son los que quieres.
Estudios han demostrado que un niño desde los 0 años hasta los 7 años escucha la palabra NO unas 100.000 veces (cien mil) ¿Sabes lo que eso significa para el futuro del niño? Significa una falta de confianza en si mismo y pensamientos que le dirán NO PUEDES y esos pensamientos limitarán su potencial.
Esa semilla no es nada positiva.
Y el área económica no es la excepción. Si actualmente estás experimentado problemas financieros o simplemente tu economía no es como siempre soñaste significa que tienes que revisar tus semillas para así poder sembrar las correctas y tener los frutos que quieres.
Dejando a un lado el ejemplo del árbol, pensemos que las semillas son las creencias y afirmaciones que damos como verdadera y que se han implantado tan fuertemente en nuestra mente consciente y subconsciente, creando así lo que llamaremos nuestra programación mental.
Tu programación mental son tus creencias y patrones mentales que en su conjunto forman tu carácter y personalidad total, y ésta se crea gracias a la repetición de una idea durante un largo período de tiempo.
Para que la semilla positiva que siembres hoy en tu mente te de los frutos que deseas, es importante que [highlight]repitas esa idea (creencia) lo máximo posible durante el día y la noche
A continuación voy a compartir contigo una oración (semilla) para crear riqueza en tu vida. Si la repites continuamente esta oración, se formará en tu mente una nueva creencia que te llevará a vivir los resultados que en este caso, es riqueza.
Te recomiendo que la escribas (o imprimas) y la guardes contigo y cada vez que puedes repítela con fe:
Al igual que la rama de un árbol es una extensión de la vida de éste, la sabiduría, el poder y las energías creativas de Dios se extienden y se expresan a través de mi. Soy un hijo de Dios y, como tal, heredero de todos los derechos, privilegios y bendiciones que implica sus riquezas. Concentro mi mente en Dios y percibo mi unicidad con esta presencia invisible. Creo en la sustancia infinita y en el aprovisionamiento infinito. Creo y acepto mentalmente ahora, que el infinito me está inundando con sus riquezas, trayendo armonía, inspiración, bendiciones y abundancia a mi vida. Formo unidad con mi Padre. Su poder creativo es mío. Su sabiduría, fortaleza, inteligencia y comprensión son también mi sabiduría, fortaleza, inteligencia y comprensión. La infinita inteligencia me guía en todos mis movimientos, mientras que su espíritu es mi abundancia, mi éxito y mi bienestar. Abro mi mente y mi corazón a las riquezas del infinito, y esto hace que la prosperidad corone todo mis esfuerzos. Dios y hombre son uno. Mi padre y yo somos uno.
Recuerda repetirla siempre
http://autoayudapractica.com/una-creencia-millonaria/