Depende y de cómo se plantee el devenir de la vida, o de las vidas, se puede acabar asumiendo que, sea cierto o no que subyace una energía que lo motiva todo, y que la muerte es solo uno de tantos pasos que da el Ser, la vida tiene un significado… por sí misma.
Lo que escribo hoy es simple. Si sientes que estás viviendo por algo, para algo, que existe un sentido asociado a tu vida, a los días que debas vivir, probablemente empieces la búsqueda de cómo encontrarlo, vivirlo, asumirlo y actuarlo.
Si sientes felicidad y favoreces a los demás, expresado así, de forma tan sencilla, podemos decir que el modo elegido para esa vida con conciencia, es bueno para ti.
No hay un único y mejor modo. Así como “La Ley está hecha para el hombre”, y no al revés, los distintos caminos son para ser elegidos y caminados, pues son instrumentos y herramientas a nuestro servicio, para esa vida desde la conciencia de la que hemos hablado.
Sin embargo, me permito hacer dos observaciones que me llaman la atención y que pueden desvirtuar la elección:
Por un lado, la falta de conocimiento sobre lo temporal de la técnica, procedimiento, avatar, medio o camino elegidos. Si me aferro a una manera, y la manera, el grupo, el conocimiento o práctica compartida y aprendida, son los protagonistas y me olvido que Soy Yo el que estoy evolucionando, me habré quedado a medias. Llega el momento, siempre, en que , al haber atravesado el río, hay que abandonar la barca y Ser el Ser, llegar a la conciencia de Ser trascendente, Ser lo que uno Es, Ser el que Yo Soy, el OM. N o significa siempre un estado evidente de iluminación, sino a veces implícito, subyacente, porque hay vidas donde no se hace desde la conciencia , sino desde la aplicación.
Por otro, el dejar la barca a mitad de cauce, para saltar a otra, más bonita, o que atrae más, o por cualquier motivo, moda, etc.. Si, puede suceder, es una evidencia, pero no con la frecuencia anual que algunos nos enseñan. Hay más de un cauce, si, pero no tantos. Hemos de vigilar en no convertirnos en “compradores de espiritualidad”. Yo les invito a profundizar en el camino. Elijan y profundicen, y luego, tomen sus decisiones...
Ricard Montero i Costa