¿Quién nunca se hizo esa pregunta? Y ¿por qué los seres humanos tienen necesidad de dar un sentido a la vida? Los animales no se hacen preguntas, pues el propósito de su existencia no requiere elegir, no siendo lo que necesitan para su propia supervivencia. Pero con los seres humanos no ocurre así, o al menos no debería. Es muy cierto que muchos seres humanos viven del mismo modo que los animales, sin pensar en el propósito de su vida y, por esa razón, siguen el día a día simplemente proveyendo a su sobrevivencia física. Pese a todo, aquellos que ya están en el camino de la evolución por haber hecho su aprendizaje a lo largo de las encarnaciones anteriores, sienten una enorme necesidad de encontrar un propósito para su vida, que no sea solamente material y necesario para su sobrevivencia.
La Cábala nos enseña que encontramos el propósito de nuestra vida cuando empezamos a sentir dentro de nosotros la necesidad de conocer la razón de nuestra existencia, o sea, cuando empezamos a percibir que si continuamos sometiéndonos a las leyes del mundo materialista, viviendo nuestro día a día con el ‘piloto automático’ puesto, no encontramos la felicidad. Estoy segura de que esa búsqueda forma parte de la mayoría de las personas que leen semanalmente los artículos de este Sitio y que se consultan con los colaboradores que aquí comparten sus conocimientos. En Astrología Cabalística consideramos que el Cosmos (el plano espiritual) conspira para hacer nacer una persona en un determinado momento, de forma a transferirle un ADN espiritual a través de las energías planetarias únicas de aquella configuración astral. Por otra parte, sabemos que el ADN físico ha sido transmitido a través de los genes del padre y de la madre que dieron origen al nuevo ser humano, y que éste también fue elegido de antemano por el espíritu para el cumplimiento de su misión terrena.
La Astrología Tradicional es muy diferente de la Astrología Cabalística: la primera es determinista y proporciona poca información acerca de la misión de vida del nuevo ser. La Astrología Cabalística, al estudiar el Mapa Natal de la persona, proporciona preciosas informaciones sobre el propósito de la encarnación actual y permite a la persona hacer sus elecciones teniendo en vista el desarrollo de su Yo espiritual. En el artículo de la semana anterior, reflexionaba sobre la posibilidad de ser los arquitectos de nuestro destino, aprovechando las energías canalizadas durante este mes en que el Sol transita en el signo de Leo, su domicilio. La interpretación cabalística del Mapa Natal proporciona informaciones precisas, de forma que podamos hacer algunas correcciones en el rumbo y no perdamos la oportunidad de evolucionar en la encarnación actual. El mundo espiritual y el mundo físico están interconectados por eslabones sólidos; ambos son necesarios, debiendo mantenerse siempre en perfecto equilibrio, como los platillos de una balanza. Cualquier desequilibrio, hacia un lado o hacia el otro, puede ser perjudicial para nuestro desarrollo.
Entonces, ¿cómo podemos encontrar el propósito de nuestra existencia con ayuda de la Astrología Cabalística? Estamos formados por una parte Solar, o Yo Espiritual, y otra parte Lunar, o Ego Material. Las configuraciones planetarias – planetas y estrellas – con sus aspectos favorables o desfavorables, representan los obstáculos y dificultades, y también las facilidades que encontraremos en nuestro camino. El Cielo del momento del nacimiento es el Cielo de nuestra vida: Lo que está arriba es como lo que está abajo. Así en la Tierra como en el Cielo, enseña la oración del Padre Nuestro católico. ¡Amén! Pero cuando decimos “Amén” ¿nos entregamos a nuestro destino ‘trazado en el cielo’ sin ejercer nuestro Libre Albedrío?
Si consideramos que cada uno de nosotros nació en el momento adecuado para su evolución espiritual y, por tanto, recibió la mejor oportunidad de ascender a la Luz y de compartirla (finalidad de nuestra propia encarnación) entonces debemos tener la posibilidad de reevaluar las opciones inadecuadas hechas en las encarnaciones anteriores, corrigiendo el rumbo de nuestros actos y superando las limitaciones eventuales que encontraremos en nuestro camino.
La Astrología Cabalística nos enseña que, a pesar de no recordar exactamente las experiencias vividas en las encarnaciones anteriores, encontramos en nuestro Mapa Natal una clave importante sobre la corrección que debe hacerse en la actual: la que proporciona la localización de los Nudos Lunares (o Nodos Lunares). Ellos nos revelan qué opciones elegimos en el pasado ¡y, más aún, muestra qué elecciones debemos hacer actualmente! A esa ‘clave astrológica’ el cabalista la llama Tikkun. El Tikkun identifica nuestras debilidades o errores del pasado; reconoce el equipaje que traemos de vidas anteriores; evita los bloqueos y desvíos de rumbo ¡y nos ayuda a alejar de nuestra mente los miedos que tanto nos impiden progresar! Los nudos no son planetas, sino que son puntos celestes ficticios de intersección entre las órbitas de la Tierra alrededor del Sol y de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra. Son diametralmente opuestos.
El Nudo Sur describe todo el equipaje que hemos traído de las encarnaciones anteriores, tanto el positivo como el negativo.
El Nudo Norte describe el camino o corrección que debemos emprender en esta encarnación para alinearnos con la Luz.
¡Juntos son la clave de nuestra auto-realización y nos ayudan a encontrar el propósito de nuestra vida!
Voy a poner un ejemplo: si tu Tikkun – el Nudo Norte – se encuentra en el signo de Leo, esto quiere decir que en una previa encarnación has vivenciado las experiencias de Acuario. Por tanto, eras una persona individualista, si bien importante y bien considerada, y has traído en tu equipaje un potencial de autoritarismo, creatividad, ambición y fuerza de voluntad. Sin embargo, no fuiste un modelo de disciplina, rompiendo con las reglas establecidas y, por esa razón en esta encarnación vas a tener que ser disciplinado, respetando las leyes y normas sociales. Otro efecto de ese Tikkun puede ocurrir en tu vida afectiva: en encarnaciones anteriores no te comprometías seriamente en las relaciones por temor a ser abandonado y preferías relaciones distantes y sin compromiso emocional. En esta encarnación, necesitarás superar el miedo al abandono y al rechazo, comprometiéndote con lealtad en tus relaciones. En la precedente vida como acuariano tu energía puede haber sido empleada para defender causas nobles y justas, y ese debe ser tu equipaje positivo en la encarnación actual; por tanto, tendrás que evitar actitudes autoritarias, injustas o desleales para con tus semejantes. Debes evitar proceder con egoísmo, mirando únicamente tu propio bienestar y aprender a compartir generosamente tus dones, los materiales y los espirituales, con tus semejantes.
:: Graziella Marraccini ::