Un manual práctico para que cada nativo se realice a sí mismo.
Cada signo dispone de capacidades potenciales que tienen como contrapartida inseguridades que deberán ser superadas para alcanzar la autorrealización.
Conozca puntualmente cuáles son esas debilidades para que, de ese modo, pueda integrarlas y ganar batalla a sus enemigos internos.
Como en un juego de luz y sombra, nuestras capacidades innatas tienen un lado oscuro que no siempre es fácil de reconocer y de tratar adecuadamente. Los 12 signos astrológicos representan caminos de superación y de integración de sí mismos; pero, por disponer cada uno de un plus de capacidad relacionado con el signo al que pertenecemos, también resulta evidente que no tenemos algunas habilidades que podrían resultarnos necesarias para nuestro desarrollo.
Todo signo tiene su opuesto y éste representa un sentido de la vida que nos cuesta integrar, aceptar y vivenciar. El mecanismo psicológico incorrecto más utilizado para tratar este lado “en sombra” de nuestra personalidad es lo que se llama “proyección”.
“Proyectar” significa, desde el punto de vista psicológico, asumir una actitud de negación en cuanto a la participación activa que tenemos en los problemas, echándole la culpa a los demás o a la vida misma, sin darnos cuenta de hasta qué punto hemos contribuido o continuamos haciéndolo para que las cosas sean como son.
El signo opuesto representa un sentido de la vida que nos produce miedo o que nos descoloca. Por ello, reconociendo cuáles son los temores que nos negamos a incorporar a nuestra personalidad; es decir, sabiendo cuáles son nuestros peores miedos, tendremos opciones más sanas para resolver obstáculos y sentirnos plenos.
ARIES
Estos nativos suelen tener la capacidad de dirigir a otros, de iniciar proyectos y de proponer nuevos cursos de acción. Son individualistas, expresivos y necesitan probar sus fuerzas ante el mundo para sentirse vivos. Su instinto les dice que son mejores que otros y que podrán doblegarlos siempre. La fuerza, el coraje y la determinación son sus atributos principales; pero, justamente, por tener estas capacidades, suelen carecer de reflexión, equilibrio y elegancia. El temor inconsciente de Aries es estar pendiente de otros y no poder actuar libremente. Así, cuando algo no depende enteramente de usted, le cuesta negociar y pensar en el bien de los demás, quizá, porque teme que, al fin y al cabo, no es tan único ni tan especial. Aprender que uno necesita de los demás y aceptar esta verdad, lo ayudará a tornarse más eficaz y a equivocarse menos en el éxito de sus empresas.
TAURO
La persistencia, paciencia y capacidad constructivas son sus puntos fuertes. Los Tauro buscarán instaurar situaciones que tengan como atributo principal la duración y la estabilidad. El amor al dinero y a sus comodidades los llevará a actuar con moderación y sentido práctico. Pero, si bien estos atributos se presentan como envidiables, ocurre que subyace ocultamente el miedo a la pérdida, la negación obstinada de que todo al fin y al cabo perece, cambia o se transforma en otra cosa; verdad, que el Toro considera -equivocadamente- como un fracaso. Tauro resiste la idea de que todo es finito y lo hace poniendo toda su energía en eternizar una situación que ya no puede seguir o que ha dejado de ser productiva. Debe aprender a no aferrarse, a dar y a entregarse a la vida tal cual es. Así, su auténtico bienestar depende de que comprenda cabalmente este mensaje.
GEMINIS
Su capacidad para manejar situaciones en las que resulta importante la comunicación, su constante curiosidad por aprender cosas nuevas, así como sus múltiples capacidades, los convierten en los mejores negociadores del Zodíaco. Se interesan por todo y por todos, aunque no en profundidad. Van por la vida con aparente despreocupación y sentido juguetón; pero, detrás de esta máscara, puede haber mucha ansiedad y temor por cuestiones profundas y trascendentales que teme enfrentar. El sentido ético, la religiosidad y una comprensión amplia y no utilitaria de la existencia son perspectivas que los Gemelos deberían incorporar para que su curiosidad e inteligencia no terminen en mero parloteo mental ni, tampoco, en las superficialidades capaces de vaciar a la vida de significados fundamentales. Si lo hace, se sentirá más liberado.
CÁNCER
Protectores, sensibles e imaginativos, disponen de intuición y dulzura para tratar con el mundo, procurando formar “familias” allí donde se encuentran y convirtiéndose en jefes de sus propios clanes y grupos, ya sean afectivos o de trabajo. Defensores a ultranza de las tradiciones y de los afectos familiares, así como, nostálgicos e introvertidos, aunque muy sensuales, tienen el temor básico de perder a su familia, su casa o su lugar entre las personas que conforman su intimidad. El mundo exterior al hogar les resulta a menudo ajeno, atemorizante, lo que conlleva que la vida laboral o profesional resulte en una fuente de ansiedades y temores. Debe aprender a expandir su sentido de familia o de pertenencia: primero, hacia su entorno más cercano; luego, hacia su ciudad; después hacia su país y, por último, al mundo entero. Así integrará ese lado en sombras de su mente.
LEO
Valerosos, confiados en sí mismos y con una fuerte autoexigencia, que suelen proyectar en los demás, los nacidos bajo el signo del León necesitan destacarse en alguna cosa claramente, haciendo algo que valga la pena y que incite el aplauso del público que lo admira. Sus propias creaciones, empresas, hijos, amores y vocación personal estarán fuertemente teñidos de su propio ego, por lo que, lo que subyace a todos sus actos teatrales es el temor a no existir, a no ser nadie, a ser poca cosa, o a que lo consideren así. Aunque su preocupación real es verse inferior con respecto al ideal de sí mismo y no porque se compare con otros, debe aprender a ver la luz y el valor de las demás personas, a desarrollar admiración y un sentido del amor en el que no prime el egoísmo. Del mismo modo, el humanitarismo y el desapego son virtudes que también ha de ejercitar.
VIRGO
Analíticos, cerebrales, prácticos y exactos, los nativos de Virgo se sienten realizados cuando logran hacer un aporte útil y concreto. A su vez, intentan controlar con sus poderosos intelectos todas las alternativas de una situación, y esta aspiración es frecuente que termine en un gran dolor de cabeza por el tamaño exagerado de su cometido; ya que nadie puede dominar todos los aspectos de la existencia. Aceptar que las cosas son como son y dejar fluir la vida puede resultarles muy difícil, ya que el instinto del signo es querer mejorar, rectificar y optimizar las cosas. Teme a lo que no tiene límites precisos. Tiene miedo de la confusión, la despreocupación y a entregarse a algo más grande y trascendente que su propio ego. Esto debe compensarse con mucha meditación, baile, o prácticas artísticas, para que, así, logre aligerar su mente e integrar todas estas posibilidades.
LIBRA
Juiciosos, equilibrados, inteligentes, con gran sentido estético y elegantes, estos nativos se proponen llevar una vida sin sobresaltos, en la que los placeres sociales y mundanos resulten accesibles sin tener que hacer mucho esfuerzo. Disponen de gran habilidad para compartir actividades y actuar en conjunto con otras personas. Suelen ser buenos socios y compañeros de ruta, pero temen a los desequilibrios y a los conflictos. Su preocupación por la justicia y el buen tino enmascara un miedo básico al lado más salvaje y primitivo que tienen todas las personas y la vida misma. Libra debe aprender a integrar su egoísmo y amor propio, reconociéndolos como enmascarados por su elegancia y disposición de agradar a los demás, que es el objetivo final que busca. Será una buena señal el que pueda pasar por situaciones conflictivas sin desequilibrarse demasiado.
ESCORPIO
Pasionales, vehementes, con gran profundidad de sentimientos y con una extrema sensibilidad oculta para desentrañar a los demás, tienen deseos intensos que los movilizan a actuar sin dilaciones en procura de sus objetivos. La insatisfacción es su estado natural, por lo que tendrán pocas dudas ante la posibilidad de producir cambios radicales en su entorno, si éste es un obstáculo para sus metas. Aunque pueda parecer extraño, su temor se dirige hacia lo que está estático, lo rígido, aquello que no puede modificarse. Escorpio teme estar tranquilo y en situaciones en las que no hay cambios, en las que no se puede tomar por asalto o por astucia algún objetivo. Por eso, debe aprender a valorar la paz y la estabilidad, así como a procurar no intensificar sus anhelos en exceso y a meditar sobre el valor intrínseco de sus objetivos más urgentes e importantes.
SAGITARIO
Expansivos, inquietos, optimistas y con gran fe en que todo saldrá bien, los nacidos bajo este signo necesitan sentir que son parte de un gran proyecto, o bien, que se dirigen hacia objetivos vastos y trascendentes. Pensar y actuar a lo grande es su predisposición; de ahí que su mayor temor sea aquello que parece, o es intrascendente o circunstancial. Ver la vida de un modo más superficial y juvenil puede atemorizarlos, así como, también, manejarse incorrectamente a la hora de negociar posiciones y de competir con otros. Su idealismo y anhelo de justicia se transforma frecuentemente en incapacidad cuando tiene que intercambiar experiencias en un nivel más humano, cotidiano y menos elevado. Los nativos de Sagitario tienen que aprender a utilizar sus capacidades para resolver su vida real sin tantos “debería ser así” y juicios de valor demasiado totalizadores.
CAPRICORNIO
Tenaces, prácticos, fríos y calculadores, tienen un punto de vista serio y reflexivo sobre la vida, sus afectos y la forma de hacer las cosas. Perder el tiempo y malgastar recursos resulta muy desagradable para ellos, por lo que sabrán organizarse y organizarle la vida a otras personas para que todo dé sus frutos y se alcance un objetivo práctico y duradero. Pero, si el coto de caza del signo es la realidad práctica, su lado en sombra será la emoción y el mundo de los sentimientos, así como, su lado infantil y primario, con sus naturales sentimientos básicos. Es por eso que temen a la dependencia de los afectos familiares y les cuesta manejarse bien en el mundo de las emociones más simples. Capricornio tiene que quitarse su armadura y dejar su rigidez al tratar con el insensible mundo, integrar sus emociones aprendiendo a escucharlas y llevarse bien con ellas.
ACUARIO
Desapegados, honestos, amistosos y preocupados por el bien común, estos nativos contribuyen activamente en situaciones que reportan mejoras para la comunidad o para la humanidad toda. El sentido idealista, vanguardista, ideológico y político que prevalece en sus puntos de vista tiende a estar acompañado de una actitud de distancia emocional con respecto al mundo. Sucede así que su vida personal tiene, a veces, menos importancia que los problemas mundiales, y esto enmascara un temor básico a enfrentar su propio ego. Le cuesta enfocar el “sí mismo” y conectarse con los deseos propios, como es sano y natural. Es frecuente, también, que haya cierto miedo a enamorarse o a vivir todo aquello que provoque sentimientos fuertes. Por eso, debe aprender a conectarse con su amor más personal y a ser consciente de su propio valor como individuo.
PISCIS
Soñadores, místicos, poetas o seres llenos de misterio y fantasía, muchas son las cualidades de este signo, además de su intuición y videncia, que son proverbiales. Se manejan bien en el mundo de la subjetividad del alma humana y sus vericuetos; pero, por disponer de estas habilidades psicológicas, temen a las capacidades que detenta su signo opuesto, Virgo. De ahí que su temor inconsciente consista en que la vida común y corriente los anule; en pensar que, al fin y al cabo, todos sus ideales y propósitos son sólo un mal sueño. Los problemas más simples y concretos suelen convertirse en sus mayores desafíos. Resolverá estos miedos cuando haya alcanzado rutinas sólidas y estables en la alimentación, la higiene y el trabajo. Deberán procurar tener algo más de control con lo que ocurre alrededor y no dejar simplemente las cosas libradas a su suerte.
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