Como debemos orar?
Cuando haces una verdadera oración, es cuando sale desde el fondo de tu corazón, de sugerencia a Dios –con toda tu alma. — También implorarle que te alumbre. De hecho los rituales dirigidos a Dios, llamándolo o implorándole, alabándolo o dar las gracias, el encender velas, quemas incienso y los rosarios son una forma de hacer una oración.
No obstante, antes de orar, debes prepararte. Consagrando el lugar en la que hagas tus
oraciones. Debes impedir de manera terminante cualquier pensamiento, persona o entidad negativa. Haz una limpieza física y mental.
Abre tu corazón y deja que el amor y la Luz empapen tu alma y descenderá el Espíritu Santo. Ora estando lúcido. Mira que frente a ti esta su Presencia.
Todos en algún momento perdemos a un “ser” querido que está lejos de nuestro alcance.
Hemos dicho palabras y más palabras. Todas hermosas vinculadas a oraciones y frases. Sin embargo, ¿para qué sirven las oraciones? ¿Por qué lo hacemos?
Durante siglos, las oraciones, son esencia para tener la Gracia Divina. Oramos para halagar
a Dios y sus Ángeles. Jesús nos dejo un método para pedir al Padre. Posiblemente nuestras
oraciones estén difuminen nuestros sufrimientos, por tanto, van acompañadas de lágrimas
o manos apretadas.
Las oraciones ayudan a reducir o quitar el dolor, del alma o del cuerpo. De igual forma, nuestras palabras son escuchadas.
Aunque, no todas las personas saben orar y tampoco se nos explica la manera sencilla, natural y correcta para hacerlo.
Es fácil orar, únicamente tienes que intentarlo, el misterio está en el silencio de la mente.
Cuando uno alcanza el silencio en la mente, Dios se proclama.
Después de un periodo de meditación, conseguimos esa paz tan deseada. Debes saber que el silencio es la entrada para conectarte con los salones del Padre y sus Ángeles.
En busca de fe, de logros –materiales y espirituales--, el silencio interior proviene de un “dejarse ir” y parar actividad de reflexión por un momento. Por lo tanto, el mundo se paralizara.
El universo de la materia abrirá paso al mundo del espíritu y Dios se sonreirá por esa puerta abierta. En el momento que hay ánimo mental con que la misma mente se refuerza, el silencio. Al producirse, el Universo entero te escucha. Una palabra pronunciada adquiere un fulgor, una fuerza, que la energía universal dominará tu oración y Dios te escuchará.
El universo material es la reflexión que hará que una cosa sea buena o mala. Y tarde o temprano, Dios lo que quiere es nuestra atención para difundir en el mundo.
Desarrolla tu conocimiento, busca esplendor a tu espíritu, a través de la meditación, amate a ti mismo. Sin embargo debes desarrollar la mente, el cuerpo y toda la energía hasta lograr la integridad. Orar de hecho es agradable, sale del corazón y debe llegar al centro de la mente.
En la mente tienes una capacidad donde se ha tendido un puente ilimitado y donde tu oración podrás cruzar la constelación y serás escuchado.
Debes poner atención al respirar. Ésta debe ser pausada y serena, al inicio, inhala profundamente llevando el aire hasta el abdomen. Después ora en voz alta o a media voz. Es considerable que tu cuerpo produzca sonido, que tu voz sea perceptible.
De igual forma puede ser un susurro, pero no lo hagas con la mente. Ésta debe estar despejada de todo pensamiento.
Las manos deben ser colocadas palma sobre palma, entre la garganta y el corazón. Ésta es la posición perfecta. Los ojos pueden estar abiertos o cerrados, pero siempre deben estar elevados unos 45 grados. Esto ayuda mucho al silencio interior.
Luego de orar y hacer tu petición, abre los ojos, incorpórate, saluda a Dios y a sus Ángeles y busca distraerte con otras cosas. No pienses en tu deseo, debes tener confianza en que tus palabras han sido escuchadas.
http://www.senderoastral.com/2012/06/como-orar-los-angeles.html