Todo el Universo se rige por las mismas leyes, siendo así una Armonía posiblemente caótica. La historia ya narra como el flujo de civilizaciones y el reflujo por desapariciones de las mismas, crean otras, de la misma forma que la materia no se destruye, se transforma. Todo es oscilante, como el péndulo. Los antiguos egipcios en la era de Moisés ya probaron las oscilaciones con la plaga de las vacas gordas, después flacas, con motivo del fluir hacia arriba y luego descender a las profundidades -como hacen las mareas-. Todo efecto tiene su causa y toda causa su efecto.
Los planetas y los Astros tienen una órbita similar; incluso los satélites, viendo que todo tiene su Ritmo y su vibración según como es su materia, vibran de forma diferente siendo, a su vez, lo que condiciona ese Ritmo. En Astrología está claro que cada planeta tiene una frecuencia masculina o femenina: la Ley de Género está en Todo, siendo todo Creador del Género. Hay que tener en cuenta que el Ser Humano, por ende, tiene las dos vibraciones en mayor o menor medida, pero el Género es inherente en él por las dos vibraciones. Tal como vibras atraes. Hay especies animales condicionadas por esta Ley hasta tal punto que su existencia depende de ello ya que según el sexo que quede, uno variará su vibración para transmutar al contrario y así poder seguir el proceso de creación de nuevos seres de esta.
Nada es casual, si no causal. Causa y efecto: según hacemos revierte lo que vuelve hacia nosotros, haciendo girar la rueda del Karma o Dharma, según las acciones realizadas.
Gregori Lisbona Miguel