El cultivo de las brujas

Existen muchos especialistas demonólogos, que sin dejar de lado, ya que es harina de otro costal y pertenecen a épocas prehistóricas (ya lo estudiaremos más tarde) creen que no se puede poner en duda la debilidad psíquica de ciertas brujas.

Solían ser pobres mujeres histéricas, inestables, temerosas, desgraciadas e incomprendidas. Casi siempre marginadas por todo el mundo, con mucha frecuencia viudas, con problemas de sexo, resentidas con la Religión, ya que no les ofrecía consuelo suficiente, para poder llevar la cruz de una existencia anodina y sin sentido.

Estaban también las monjas, con la libido amordazada, recluidas en obscuros conventos, en donde el sexo se olía por todas partes, pero donde no se veía ni se practicaba.

Ante este tipo de naturalezas, los diablos gozaron mas que en ningún otro sitio, en los recogidos y silenciosos conventos de clausura, en donde predominaban los rezos y el silicio. Allí perpetuaban “La Caída de las Almas” de las religiosas



Incluso Satanás por medio de algunos capellanes, logró que en los confesionarios, tras las espesas rejillas de separación, se obtuviera la sumisión al Averno y disminuyeran las defensas de pureza de las religiosas.

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