Entender que los ángeles son seres de luz procedentes de un plano superior a la existencia humana es una creencia que se remonta a los orígenes de la humanidad y que es común a casi todas las religiones.
Al margen de interpretaciones de teólogos y místicos, comprobamos que los ángeles son una constante en el devenir de la humanidad y que han estado y continúan estando entre los hombres para protegerles y para resolver situaciones adversas que les afectan.
Estas criaturas celestiales, seres de luz inspiradores de obras de arte y de leyendas, llaman a los hombres con más intensidad que nunca en el comienzo del siglo XXI, y se conectan con ellos mediante los sueños, las visiones y las voces interiores o apareciendo en forma humana y con aspecto contemporáneo.
Las intervenciones de los angeles se multiplican por todo el mundo y entre todas las culturas y religiones. Miles de personas creen en ellos, los invocan y se sienten bajo su proteccion.
Por otro lado, es fácil constatar que los testimonios son muy dispares en cuanto a la visión y a la forma de los ángeles que se aparecen a los humanos, puesto que van desde su descripción como "pura luz" hasta "un joven con pantalones y camisa vaqueros".
Intermediario entre el hombre y la Divinidad, el ángel no es un mito ni es la representación simbólica de la inteligencia suprema. Es la expresión máxima del espíritu del genio, de la clarividencia y la sabiduría que siempre está dispuesto a complacer a quien lo invoque.
La Revelación ha ido desvelando el poder asignado a cada ángel para ayudar a los humanos en aquellos asunto que son de su competencia; así cada uno de los nueve coros celestiales tiene un dominio sobre un ámbito concreto o asunto determinado:
La Buena Suerte, la Paz y la Armonía, el Amor, la Prosperidad y la Riqueza, la Abundancia y el Dinero, la Salud y la Vitalidad, y la Protección de los niños, los seres queridos y los negocios.
La Naturaleza de los Angeles un ángel es un espíritu creado por Dios y comisionado por Él para un propósito en especial de acuerdo a la elaboración de Su obra (por ejemplo, Col 1:16; Heb 1:14). Tienen enorme poder y conocimiento aunque limitado. Se les refiere como "mensajeros" en ambos Antiguo y Nuevo Testamentos y como tales cumplen las obras de Dios. Aunque algunos letrados han negado su identidad personal, es claro que sí tienen su propia personalidad; ellos piensan (1 Pedro 1:12), sienten (Lucas 2:13), y deciden (Judas 6), y ángeles santos dan inteligentes y excelentes alabanzas a Dios. Son de una orden superior a los hombres, somo el Salmo 8:4-5 explica, pero son inferiores a Cristo (2 Sam 14:20; Lucas 20:36; Heb 1). Aparentemente no pueden procrear (Mateo 22:30).
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