La felicidad es un estado y actitud que se puede alcanzar en la medida en que te propongas ejercitarte. Igual a como lo hacen los deportistas de elite y alto rendimiento. A la cuenta de tres te invitamos a que pongas en practica las siguientes recomendaciones.
Sentir por encima de todas las cosas: el que piensa pierde y si le das control a tu mente para que tenga los peores pensamientos, lleno de obligaciones y responsabilidades, ataduras y limitaciones, entonces nunca podrás ser feliz. Hay que sentir por encima de todas las cosas.
Observar, escuchar, dejar que los sentidos se agudicen: en lugar de reaccionar ante los eventos que se nos presentan, justificar los malos resultados, y continuar haciendo lo que acostumbramos en forma indefinida, debemos agudizar los sentidos para escuchar el cambio, observar las oportunidades, palpar las emociones de placer que existen pero están a veces ocultas. Los sensores están diseñados para ese propósito y no debemos limitar su potencial.
No somos abogados sino arquitectos: el abogado juzga mientras que el arquitecto construye. El la hora en que debemos juzgar menos y construir más. Aceptar lo que venga pero no quedarnos en un estado deprimente porque somos creadores de nuestro destino. Lo que pasó ya paso, y es el momento de seguir construyendo, edificaciones de placer y crecimiento.
Menos contemplación y más actividad: contemplar es ir al cine a ver lo que otros hacen. Actuar es ser protagonista de tu película que es la única manera de alcanzar la felicidad. Ya basta de contemplación y de tristezas, porque es la hora de actuar en búsqueda de tus propias cruzadas que te lleven a la felicidad.
Ser agradecidos con la vida: los Call Center se encuentran llenos de quejas y reclamos, y no aguantan una queja más. Es el momento de ser agradecidos con lo que eres, aprendizaje y retos, para comenzar a revertir tu destino. Agradecer es el camino de cambio, el punto de partida y de inflexión para ser feliz.
Amar incondicionalmente: el amor lo puede todo, incluso es capaz de mover las montañas, arar en los desiertos, y hacer florecer la felicidad aún en los corazones más duros. Ama incondicionalmente y se feliz. Porque el que ama no tiene nada que perder y sí mucho que ganar.
La felicidad necesita que te ejercites para aceptarla, dispuestos a sentir, agudizar los sentidos, ser arquitectos de nuestro destino, actuar por encima de todas las cosas, agradecer lo que somos y hemos recibido, comenzar a amar intensamente.
La disposición a sentir se ejercita por las mañanas cuando te decides a que será el mejor día, la observación se agudiza cuando te dices a vivir el presente a vivirlo a plenitud, la construcción de tu camino comienza cambiando los hábitos y creencias, la disposición a actuar es decidirte a vivir y experimentar sin remordimientos, ser agradecidos es una práctica que se realiza en la meditación diaria, el amor nace del interior cuando es genuino y espontáneo, sin ataduras impuestas por el entorno.
Comienza a ejercitarte porque la felicidad ya está disponible para todo aquel que la desea.
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