Alguna vez alguien me dijo que lo que no fluye no sirve, lo cual es bastante cierto. Muchas veces nos la pasamos insistiendo en una relación que no funciona, en un trabajo que nos desagrada, en una actividad o estudio que no va con nuestra personalidad hay que atreverse a cambiar, porque lo que no fluye no conviene
No hay que luchar contra la corriente cuando no disfrutamos del proceso: es cierto que persistir es una buena cualidad para alcanzar el éxito. Pero no lo es menos cambiar de rumbo cuando pedaleamos y no avanzamos. Si no fluye debes analizar que de pronto no es lo que te conviene.
La terquedad no es buena consejera de la felicidad: muchas veces nos aferramos a la costumbre, el hábito y lo que pensamos debe ser lo correcto. En estos casos debemos recordar que si no fluye tal vez no es lo correcto para nosotros. Posiblemente funcione para otros pero no para nosotros.
Lo que debe salir saldrá: una buena guía del universo es que las personas que dan su mejor esfuerzo y son honestas con sigo mismas y su entorno, encuentran los caminos que fluyen hacia su desarrollo y crecimiento, en forma fluida y natural. Hay que ser conscientes para saber distinguir entre lo que fluye y lo que no, donde redoblar esfuerzos y donde cambiar de postura. No todo lo que brilla es oro.
Cambiar es de sabios: muchas veces se intenta de una manera, luego de otra, con mala y esfuerzo, pero se sigue sin obtener la recompensa deseada. Es el momento de considerar otros rumbos, porque las cosas no están fluyendo. Todos tenemos derecho a disfrutar y no vinimos a sufrir indefinidamente. Las cosas deben fluir.
Fluir es aprender a surfear o navegar sobre la tabla en el mar: cuando ves un surfista, espera pacientemente la ola para subirse en la tabla y con maestría seguir fluyendo con ella hasta llegar a su destino. En la vida también debes encontrar la oportunidad para fluir por tu camino, y si encuentras que no lo estás disfrutando, entonces a cambiar de ola.
La vida no debe convertirse en un calvario en donde te flagelas y sufres para ganar méritos posteriores. Con responsabilidad debes aprender a fluir, con lo que te gusta, disfrutas y te hace feliz, aquello en donde obtienes resultados y gratificación oportuna. Es cierto que se debe sembrar para cosechar, pero también se debe saber que se siembra y donde para obtener el resultado. No todo es para todos, ni adecuado ni conveniente. Pero cada quien encuentra su propia ola por donde fluir.
Fluir es querer lo que se hace, disfrutar el proceso, obtener recompensa. Fluir es amar lo que se hace, apasionarse con ello, y llegar a la meta. Fluir es tener el camino expedito para obtener prosperidad en todos los campos, y ser feliz.
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