Por: Sylvia I. Q.
Todo hombre en algun momento determinado de vida la puede padecer... ¡Pero no es el acabose!
Si hay algo que sea traumatizante para un hombre, es “no poder”, pero lo que muchos ignoran es que en ocasiones, por muy variadas circunstancias, el organismo “no responde” como se desea, y aunque algunos si saben esto o han escuchado acerca de esta condición, el no responder sexualmente a la pareja en ese momento de intimidad, aunque sea por una sola vez, no deja de preocuparlos. Todo hombre -y mujer también- debe saber que por muy buen amante que él sea, en alguna ocasión ese macho potente, “no podrá” y por una vez será impotente. Pero esto, si no es recurrente y si no hay alguna deficiencia fisiológica o enfermedad, es algo relativament e normal.
A manera de prevención y para que esa, digamos “impotencia circunstancial”, no se le convierta en un trauma , los teraupetas sexuales y expertos en la materia siguieren se tengan en cuenta los siguientes aspectos:
Supongamos que es usted un tipo promedio. No ha tenido traumas mayores en su vida y lleva lo que puede describirse como vida sexual “típica y normal”. He aquí lo que puede hacer para evitar ser “impotente circunstancial” alguna vez.
1.- En primer lugar, si ya lo hace bien, no lea diez veces este artículo. Pensar demasiado sobre la impotencia puede hacer que se preocupe por ella, y la preocupación es precisamente su causa. Algunos tipos tienen un talento maravilloso para crearse problemas.
2.- Acepte el hecho de que todo hombre fracasa a veces. No se ponga nervioso si una noche se mete en cama dispuesto a poseer a su mujer y no puede. Es posible que esté físicamente exhausto. Es posible que haya bebido demasiado. Es posible que esté distraído por algún acontecimiento no sexual que monopolice sus pensamientos. O, simplemente, puede hallarse en uno de esos períodos en que no está tan cachondo como de costumbre. Cualquier cosa que lo distraiga del sexo hará que tenga dificultades para conseguir una erección. No se preocupe por eso; es perfectamente natural. No significa que es usted impotente.
3.- Haga que su vida sexual no sea competitiva. Eso requiere verdadera comunicación con su compañera. Debe orientar sus actos sexuales hacia la satisfacción mutua. El único objeto de su juego sexual debe ser darse mutuamente placer. Si alguno de ustedes está tratando de probar algo en la cama, la situación se vuelve peligrosa. Más pronto o más tarde uno de los dos comenzará a frustar, desilusionar y finalmente a fallarle al otro.
4.- Aprenda cómo satisfacer a una mujer. Esto lo librará de la mayor fuente de ansiedad: ser juzgado y hallado en falta. Si su problema es la eyaculación prematura, cúrese, busque ayuda profesional. Aprender a controlar su eyaculación es esencial para su futura relación sexual... ¿y sabe qué?... Si se puede!
5.- “Aligere” su vida sexual. Aprenda a reírse del sexo y no permita que ella se lo tome demasiado en serio. Se supone que tener una relación sexual es divertido, no angustioso. Si sigue usted estos consejos y mantiene una disposición divertida, abierta y honesta ante el sexo, es poco probable, aunque no imposible, que llegue a ser impotente alguna vez, porque el sexo nunca será fuente de ninguna ansiedad real.
Consejo a un macho potente
Asegúrese de que comprende perfectamente la filosofía anteriormente descrita, pero le repito, no se obsesione con ésta. Por otro lado, aun cuando no tenga usted problemas para conseguir una erección, la actitud no ansiosa es muy importante para su felicidad y eficacia como amante. Incluso se recomienda que de vez en cuando se permita el juego sexual “no demandante” con su mujer, abandonado por una vez el orgasmo como objetivo. Tocarse y hablar sin hacer esfuerzos por alcanzar un objetivo específico puede afirmar la devoción mutua de su relación. Una relación sexual saludable debería ser ocasionalmente, un xxxxxx lleno de caricias y besos que a la vez se conviertan recompensas afectivas para ambos.... Propóngale por una vez eso a su pareja y la próxima vez podrán copular has quedar exhaustos!!
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