Alan Weisman: “Habrá una catástrofe si no bajamos a dos hijos por pareja”Periodista, profesor y experto en medio ambiente, Alan Weisman combina en su nuevo libro La cuenta atrás historias humanas con datos contundentes: si no paramos ya la superpoblación, nuestra especie y el planeta corren peligro. Para documentarse, viajó por 21 países de todo el mundo, cada uno con sus particulares problemas demográficos.
¿Por qué el libro empieza en Israel?
Israel y Palestina me rondaban en la cabeza desde 2003, cuando en una conferencia internacional sobre el agua, en Alemania, los diputados de asuntos hidráulicos, tanto el palestino como el judío, presentaron una ponencia conjunta y contaron que se reunían una vez a la semana, pese a sus diferencias políticas, para gestionar con criterio un recurso tan escaso y básico.
A medida que veía en las noticias la presión expansionista israelí y los palestinos replicando con atentados suicidas, supe que debía empezar por ahí.
Porque en esa estrecha franja de terreno, la Tierra Santa para las tres grandes religiones monoteístas –un gancho emocional para mucha gente–, se representa mejor que en cualquier sitio la interacción entre un ecosistema con pocos recursos y una población que lucha por ampliar su espacio vital.
¿Qué criterio guió la elección de los otros países que ha visitado?
Tenía claro que debía ir a China, por supuesto, y a la India, que pronto va a superar a China como país más poblado. A Irán, porque averigüé mientras investigaba que contaba con un increíble programa de planificación familiar, pese a ser una nación musulmana.
También tenía en mente Níger, ya que es uno de los países más pobres del mundo y con la tasa de fecundidad más alta: 7,5 niños por mujer. Elegí Pakistán por su superpoblación –190 millones de habitantes en una superficie de solo una vez y media la de España– y porque además posee armas nucleares.
Pensé en México como caso de lugar donde se había hecho la Revolución Verde y porque viví allí en los 70, cuando el DF era la mayor ciudad del mundo; y en Filipinas, también por su pujanza agrícola y por el tremendo peso que aún tiene la Iglesia católica.
El resto surgieron sobre la marcha, como es el caso de Tailandia, que reúne la paradoja de ser una gran industria del sexo y tener una política de planificación familiar que ha reducido la demografía, además de profesar el budismo.
fuente:
http://www.muyinteresante.es/revista-muy/noticias-muy/articulo/alan-weisman-habra-una-catastrofe-si-no-bajamos-a-dos-hijos-por-pareja-921396424583