Tal vez algun dia....

Tal vez algún día,
cuando mi cuerpo del mundo
haya desaparecido…
Tal vez algún día,
cuando la luz de la vela
que ilumina mi vida
se haya al fin extinguido,
cuando el reloj de mis horas
se detenga totalmente
marcando el fin de mi tiempo,
y mi edad se haya estancado
en un momento y para siempre…
Tal vez algún día,
cuando mis sentidos
nacidos en primavera
lleguen al fin a su invierno,
y mi mente y mis pies cansados
se suman al letargo eterno,
cuando ya no escriba mi pluma
ni mis ojos vean al cielo,
cuando mi mano esté inmóvil
y oscurezca mi futuro
la muerte con negro velo…
Tal vez algún día,
cuando mi hogar sea el suelo
cubierto de hierbas secas
y hojarasca otoñal
que el viento alzará al vuelo,
cuando un epitafio en mi nombre
quién sabe si feo o bello,
marque el umbral de esa tumba
Morada fría
donde descansarán mis restos…
Tal vez algún día,
cuando el sol llegue a su eclipse
último y más duradero
y no exista más la duda
ni el dolor ni la amargura
y mi alma esté rodeada
solo de paz y sosiego,
cuando llegue ese momento
de viajar sin equipaje
a través del firmamento
hacia el reino del Ser supremo
y de mi existencia pasada
no queden más que recuerdos
vagos y, quién sabe,
malos o buenos…
Tal vez algún día,
ese día en el mañana
en que de mi cuerpo de hombre
se separe, al fin, mi alma
y aquél se quede sólo
en su sólo y triste lecho
porque, muy solos...muy solos
se quedan siempre los muertos…
Tal vez algún día,
quién sabe si cerca o lejos
sea éste el testimonio
de mi vida y de mis sueños
y sea, a la vez, fiel huella
de pasados sentimientos…
Tal vez algún día,
cuando en uno se confundan
mi futuro y mi presente,
mañana y hoy uno solo,
para un frío cuerpo inerte,
cuando el pasado que siempre
está vivo en nuestras mentes
quede, del todo, borrado
y nunca más ya en él piense
y en mis jardines floridos
no haya rosas ni claveles,
sino piedras insensibles
sobre unas tierras estériles…
Tal vez algún día,
cuando ya nadie mencione mi nombre
ni recuerde mi fisonomía
salvo por algún retrato
en alguna habitación vacía,
cuando las sombras cubran la nostalgia
por tiempos ya pasados
y vivan el hoy, sin mi,
aquellos que yo he amado
cuando mi ausencia absoluta
no se note en el ambiente
porque otro haya ocupado
el vacío que he dejado..
Tal vez alguien entonces,
en algún cajón cubierto
por el polvo de los años,
que forma parte en silencio
de un mueble viejo, olvidado,
testigo de historias simples
de mi vida de a diario,
testigo de las tristezas
y alegrías de antaño
y ubicado, por qué no?
en algún frío rincón
de un cuarto ya no habitado,
depósito de recuerdos
poco o nada visitado,
o, tal vez, entre un montón
de vetustos libros hacinados
expuestos a la inclemencia
del tiempo y de su paso,
libros que nadie lee
sea por viejos o por malos
o porque, una vez leídos,
se van dejando de lado…
Tal vez alguien entonces,
buscando quién sabe qué,
quién sabe por que razón,
en alguna oscura esquina
de algún oscuro salón
o de un desván ensombrecido
con piso de madera
ya harto deteriorado
y sobre algún sofá
ya inútil, desvencijado,
encuentre y tome en sus manos
los versos que hubiera escrito
quién fue un poeta ignorado,
y observe con extrañeza
las hojas de un viejo libro
de hecho desconocido
porque nunca fue editado…
Tal vez entonces,
vuelva a revivir mi historia
y mi vida y el pasado
que fuese otrora presente,
retornen a la memoria
de aquellos que yo amé siempre…
Tal vez, solo tal vez,
alguien lea con agrado
y, ¿por qué no? con interés,
todo aquello que mi pluma
ha dejado en el papel,
todo aquello que fue escrito
con el paso de las horas,
cada frase, un sentimiento,
cada verso, un pensamiento,
cada poema, la imagen
de una mente soñadora…
Tal vez alguien, entonces,
con lágrimas en los ojos
vuelva a sentir mi falta
y busque en vano
los contornos de mi rostro
entre las gotas de lluvia
que golpean incesantes
los transparentes cristales
de alguna vieja ventana,
o, tal vez,
en alguna estrella lejana
que con luz de vida y esperanza
sonríe, tierna, a la noche
luciendo su mejor gala
o en el lucero del alba
que asoma tímidamente
por entre grandes montañas,
con luz brillante y ardiente
indicando el nacimiento
de una nueva alborada…
Tal vez alguien, entonces,
renueve unas flores inexistentes
sobre mi tumba yacentes,
y en su lugar aparezcan
bellas rosas y claveles
haciendo más agradable
aquella forma aparente
de la morada última
y, en verdad, más deprimente
en que debe descansar
un cuerpo que ya no siente,
cuerpo inmóvil, cuerpo inerte…
Tal vez alguien, entonces,
quiera ahogarse en el llanto
y entre el llanto perderse
por recordar una imagen
que surge cual rayo,
de repente de ese lugar escondido
que llamamos subconsciente,
donde se guardan desde siempre
cual tesoro -en caja fuerte-
los recuerdos más hermosos,
las más bellas situaciones
que se han ido almacenando
celosa y pacientemente…
Tal vez, la imagen de unos niños
que juegan tranquilamente
en un parque, en un jardín,
en el lugar que se encuentren
pues no hay lugar especial
para que un niño feliz
se divierta alegremente…
Tal vez la imagen, entonces,
dé un giro bruscamente
y déjense ver dos personas
que, al calor de un hogar,
felices como aquel niño
conversan abiertamente…
Tal vez, una noche de lluvia
o un beso furtivo, inocente,
o un amor que rompió
mil murallas y mil leyes,
un amor que, en el vacío,
fijó sus bases sin miedo
y cual muralla se alzó
ante el viento firmemente,
y ante la debilidad del mundo
surgió de forma imponente,
una historia con dos vidas
separadas por la muerte..
Tal vez alguien, entonces,
eleve por mi
una plegaria al cielo
y con lagrimas de amor
humedezca la tierra seca,
callado umbral de mi lecho…
Tal vez, entonces,
alguien sienta de repente,
que despierta bruscamente
de largo y tranquilo sueño,
una melancolía pasada
por muchos años durmiente,
y así como llora el cielo
en una tarde de invierno,
llore también largamente
recordando algún momento,
recordando alguna frase
o, tal vez, algunos versos…