El fuego es el símbolo de la manifestación física del espíritu puro que ilumina la mente, promueve el amor, y dota de vida a la materia.
De los cuatro elementos es el único que no se encuentra en la tierra sino que viene del cielo, del sol, el símbolo de Dios. El fuego es la manifestación física del espíritu puro que ilumina la mente, da calor (amor) y vida a la materia. Tiene doble vertiente, transformadora y destructora.
Como elemento en el plano espiritual el fuego es el transformador más poderoso, aunque tiene dos caras: el fuego abrasador de las pasiones descontroladas, y el fuego del amor divino simbolizado por la creatividad, la fé y el entusiasmo. El primero sume a los humanos en el sufrimiento dejándoles reducidos a cenizas, mientras que el segundo y gracias al amor desinteresado los transforma volviéndoles seres luminosos y puros. Es la gran elección, encadenar el alma humana por el fuego de las pasiones, o liberarla por el amor incondicional.
La persona que sueña con fuego está en periodo de transformación, sólo que habría que estudiar en qué grado y de qué forma se está produciendo dicha transformación.
El fuego constructor o destructor
Soñar con fuego pequeño, controlado, como en una cocina, un hogar, una lumbre, una hoguera, es un sueño favorable, el de una persona amable y amorosa, que transforma las experiencias en alimento para el alma, y convierte el aprendizaje de la vida en algo creativo, útil y positivo.
Es un tipo de fuego benéfico que simboliza las pasiones positivas como el amor que nos calienta el alma, la fé que nos mantiene vivos y esperanzados, el genio creador interno que busca desarrollar la creatividad y mantener la vida. Es el fuego de la persona apasionada y constructiva, que se mantiene interesada en algo, con ganas de experimentar y aprender, jugar, transformar y generar nuevos proyectos y mantener los que ya tiene. ¿Transmites entusiasmo, poder creador, fé y vitalidad? ¿Te apasiona la vida, lo que haces, lo que eres? ¿Sabes mantener viva la llama de esa pasión?
Más se debe controlar el propio fuego creador, dominarse a uno mismo y el entorno sino puede convertirse en destructor. Si ese fuego nos quema lo primero que demuestra es exceso, falta de atención y de cuidado, es algo parecido a la conducción, una vez se está en marcha se debe estar atento. Esa falta de atención y cuidado, la inconsciencia y las actitudes excesivas puede llevarnos a problemas y errores, y éstos a estados de ánimo que “queman por dentro” como la ira, la furia, el odio, el rencor.
El fuego descontrolado y destructor es precisamente el que provoca emociones negativas y destructivas, cambios bruscos, rupturas, nuevos comienzos pero tras la destrucción total de lo anterior. En lugar de evolucionar gradualmente, nos encontramos con un aprendizaje forzoso. El sueño nos dirá si es un cambio benéfico a pesar de todo.
Encender o apagar un fuego
Encender un fuego en el hogar o en la chimenea en contexto positivo es encender la propia llama interior, un sueño o señal excelente pues denota buena intención, energía, luz, amor, entusiasmo y creatividad, cualidades que auguran buenas perspectivas y éxitos relacionados con el tema del sueño, familiares, personales, profesionales.
Un fuego apagado en contexto negativo sería lo contrario, desánimo, desinterés por la vida, falta de impulso creador. ¿Eres de los que enciende pasiones duraderas, amores, proyectos constructivos, o de los que los apagas con tu apatía y tu desinterés?
Los incendios
Si se incendia la casa propia es un cambio total del sistema de valores y la personalidad del soñante. Ese cambio puede ser para mejor mas por la via dolorosa, y requerirá de un trabajo de limpieza interior; es un borrón y cuenta nueva obligado por un incendio interior, una ruptura. Si no reaccionamos a tiempo y buscamos reconstruirnos, ese cambio puede ser a peor. ¿Tienes un carácter incendiario que te obliga a empezar de nuevo una y otra vez?
Provocar un incendio es una temeridad en todos los sentidos, simboliza la autodestrucción intencionada y el abandono del buen camino interior, si intentamos apagarlo denota un deseo de superar la negatividad, de comenzar una nueva vida. ¿Estás preparado para asumir las consecuencias de provocar ira, odio, furia o destrucción?
Las explosiones simbolizan peleas, cambios bruscos y dolorosos, pérdida de bienes espirituales, emocionales o materiales. ¿Eres de los que dejan que las situaciones crezcan en tensión y exploten, tu carácter es explosivo?
Lo que nos enseña este elemento es a mantener un espíritu luminoso, amoroso, constructivo, que nos ayude a avanzar, a aprender, a evolucionar, a promover la fe, el entusiasmo y la creatividad sin límites.
Beatriz Fernández del Castillo