"Renuncio a las viejas creencias y doctrinas propias y ajenas que han ahogado o impedido mi creatividad ilimitada..."
¡¡¡RENUNCIO...!!!
Renuncio a la fascinación de la tristeza que atrapa y a la soledad que deprime, a perder un solo día de mi vida, excepto que así lo decida para descansar o digerir aquello que me ha golpeado o necesita su proceso.
Renuncio a contener y prohibirme la plena libertad de expresión, sea para protestar, gritar, llorar o reir con todas mis ganas.
Renuncio a las viejas creencias y doctrinas propias y ajenas que han ahogado o impedido mi creatividad ilimitada.
Renuncio a la vacilación, a la desgana, a la postergación, a la adicción de la dependencia de otros para usar la plenitud de todos mis recursos infinitos, para verme motivado, contento y satisfecho conmigo mismo.
Renuncio al llanto fácil, a la autocompasión y al hábito de adjudicar mis desdichas al prójimo.
Renuncio al desperdicio de energía tratando de mantener el control y la perfección de todo lo que sucede alrededor mío.
Renuncio a olvidarme de mis necesidades de descanso, diversión y esparcimiento.
Renuncio a ignorar la música y a postergar mis ganas de saltar, correr, caminar, pasear y bailar hasta el agotamiento.
Renuncio a todas las cuadraturas mentales y arcaicas convicciones que me han impedido desnudar con entusiasmo -sin vergüenza alguna- mi cuerpo, mis deseos, mis pensamientos y proyectos.
Renuncio a enjuiciar, a condenar impulsivamente, a buscar chivos expiatorios, a gastar mi energía en criticar a los demás y/o a mí.
Renuncio a la preocupación económica, a la desesperación, a la impaciencia, a la ansiedad, a la necesidad de sentirme víctima.
Renuncio a toda acción o pensamiento que manipule u oprima la libertad propia o ajena; por lo tanto, también renuncio a que otro sea responsable de mi vida.
Renuncio a la depresión indiferente o activa para aprender y enseñar comportamientos ecológicos.
Renuncio a toda forma franca o encubierta de hostilidad, indiferencia, desamor e hipocresía para comunicar y exaltar todas las conductas de amor, respeto, generosidad y libertad.
Renuncio a todas mis tendencias mortificantes para dar plena expresión a mis facultades e infinita energía que me saturan de equilibrio, salud y vitalidad.
Renuncio a la idiotez que me conducía a la excusa, la evasión, a la incriminación gratuita, a la violencia irreflexiva y a la subestimación personal que postergó el conocimiento de mis cualidades humanas y mis aptitudes innatas...