Incluso en las situaciones más estresantes, es posible encontrar la calma. Algunos ejercicios prácticos le pueden ayudar en ese camino. Adáptelos a su estilo de vida y pronto notará la diferencia.
Relax de emergencia
Encuentre una actividad que le tranquilice, como leer, pasear por una plaza o darse un baño de inmersión. Ese será su plan de emergencia. Cada vez que esté atravesando una situación estresante, recurra a esa labor, aunque inicialmente no lo calme. Su mente asociará ese pasatiempo con la relajación y, en seguida, empezará a sentirse mejor.
Ejercicio respiratorio
Al llegar a casa, sáquese los zapatos y póngase ropa cómoda. Acuéstese sobre la cama o el suelo, con los brazos a ambos costados del cuerpo. Cierre los ojos e inspire lentamente por la nariz. Espire aún más lentamente, también por la naríz. Siga así unos minutos, hasta que se sienta tranquilo. Luego, inspire lentamente y eleve los brazos por encima de la cabeza. Sienta como sus pulmones se llenan de aire puro. Espire lentamente, regrese los brazos al costado y relájese.
El poder del tacto
Cuando esté relajado, haga el siguiente ejercicio. Siéntese en un lugar tranquilo y una las puntas de los dedos pulgar e índice de ambas manos. Recuerde con detalle alguna ocasión en que se haya sentido felíz, como un viaje, los besos de sus hijos o las risas entre amigos. Imagine que esas emociones positivas convergen en el punto en que sus dedos se tocan.
Recurra a esta técnica cada vez que sienta tensión. Vuelva a juntar esos dedos e imagine que esos felices sentimientos se liberan desde ese punto de contacto para fluir por todo su cuerpo.
Masaje calmante
Los masajes pueden ser relajantes tanto para quien los recibe como para quien los da.
Prepare la habitación con la temperatura adecuada, velas y música suave. Elija una superficie dura pero cómoda; por ejemplo, varias toallas extendidas sobre el suelo. Pídale a su compañero que se acueste boca abajo. Póngase aceite de masaje en las manos y úselas para seguir la curvatura de sus omóplatos. Luego, haga pequeños círculos sobre los hombros usando los dedos pulgares. Baje por la espalda y siga la línea de los omóplatos hacia fuera.
Aprender a relajarse significa darse tiempo para las cosas realmente importantes: adquirir una actitud positiva frente a la vida y fomentar nuestro mundo interior.
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