Como seres humanos muchas veces nos vemos envueltos en situaciones en donde podemos salir muy lastimados: problemas de pareja, discusiones familiares, fracasos laborales, no alcanzar metas personales. En fin, realmente la vida está llena de estas situaciones que rompen la estabilidad de nuestro estado de ánimo. Pero… ¿te ha pasado que sales de una y te metes otra? En otras palabras, ¿sientes que siempre tienes que sufrir por algo?
A veces, algunos de nosotros, nos puede parecer realmente injusto que la vida no nos dé un break, y podemos buscar respuestas a nuestro sufrimiento en el destino, en la mala suerte o en cualquier divinidad punitiva que nos esté castigando por algo.
Ante eso, nos sentimos realmente desvalidos, sin oportunidad de hacer nada, más que cargarnos de amuletos o llevar a cabo ciertas acciones que impidan que las “desgracias” nos sigan sucediendo, como no romper espejos, no pasar la sal de mano en mano, evitar ver los gatos negros, etc.
Todo lo anterior nos deja sin armas para defendernos, y sí, es cierto que muchas cosas no están en nuestras manos, pero, como psicóloga, creo realmente válido preguntarnos ¿Qué puedo estar haciendo yo para que tantas cosas me sucedan?
Sí, es muy difícil aceptar parte de la responsabilidad de lo que nos pasa, pero es la única manera que tenemos para intentar sufrir menos. Además, como seres humanos, sí existe una ligera tendencia a meternos en problemas; entonces qué mejor de aceptarlo y combatirlo.
¿Te sientes identificado con estos puntos?
- Te encuentras repetitivamente sufriendo.
- Te encuentras en relaciones que te lastiman una y otra vez (pareja, amigos, etc.).
- A veces te sientes “deprimido” o a veces muy enojado.
- Sientes que, cuando las cosas están bien, algo malo va a pasar.
- Has intentado con libros de autoayuda, cursos, medicación y sigues sintiéndote mal.
- Te encuentras criticándote continuamente.
- Sientes tus problemas peor que los de los demás
- Sientes que los demás se acercan a ti, sólo cuando estás en problemas.
- Sientes que todo lo que has intentado ha sido fallido.
- Te lastimas seguido (te cortas al cocinar, te caes en la calle, te golpeas)
- Sientes que no te mereces las cosas.
Si crees que alguno o varios de estos puntos pueden reflejar parte de tu vida, probablemente no es que la nube lluviosa te persiga, sino que estás buscando estar bajo la nube; esto significa que, por alguna razón, estás ubicándote en un lugar donde puedas sufrir.
¿Por qué pasa algo así? Pueden ser muchas razones por las cuales alguien se busque los problemas; algunas de ellas son:
- Baja autoestima
- Aprendimos que el amor se gana con el sufrimiento.
- Los problemas me permiten recibir la atención de los demás.
- Auto –sabotaje
- Repetición de patrones de la infancia: “mi mamá sufrió mucho, yo debo sufrir”
- Culpa inconsciente (por algo que cometí y no necesariamente recuerdo)
Es mucho más fácil echarle la culpa al destino de lo que nos pasa y esperar que las cosas cambien por sí solas. Pero la vida sí es corta, y qué mejor que poner la responsabilidad en mis manos de lo que suceda y hacer algo.
Lic. Florencia Bevilacqua