En el transcurso de la vida conocemos y convivimos con personas todos los días, por lo tanto es inevitable formar relaciones amistosas y amorosas constantemente; relaciones que pueden ser significativas, esporádicas, duraderas o momentáneas. Pero, ¿qué pasa cuando una relación termina y al pasar el tiempo aún sigue doliendo?
Cuando una relación termina se experimenta un duelo por una pérdida, que se vive de acuerdo a: la intensidad de la relación, los motivos de la separación, la personalidad de cada uno, entre otros factores. El duelo es un proceso que nos permite asimilar que esa persona ya no está, por lo tanto, lleva tiempo vivirlo, entenderlo, asimilarlo y procesarlo. A pesar de lo anterior, podemos decir que si al paso de 6 meses, aproximadamente, continúas sintiéndote casi igual, puedes estar presentando dificultades para salir adelante de dicha situación.
Existen diversas señales que nos indican que todavía no hemos superado el duelo:
• Pensamientos y recuerdos recurrentes en torno a la persona, acompañados por periodos de intensas emociones hacia él/ella.
• Sentimientos de soledad o vacío.
• Desinterés en actividades laborales, sociales, etc.
• Cambios en nuestra forma de dormir y/o comer (puede ser haciéndolo más o haciéndolo menos que antes del término de la relación).
• Pensamientos, fantasías o deseos de morir para acabar con el sufrimiento.
• Miedo de perder a alguien más y/o desilusión que se refleja en nuestras relaciones actuales.
• Sentimientos de culpa; que pueden ser por sentirse responsable de la ruptura, o bien sentir culpa por haber experimentado enojo, rechazo, rencor y/o desesperación hacia la persona durante la relación.
Este último factor nos lleva a pensar constantemente en ello, volviéndonos víctimas de nuestra propia consciencia la cual no nos permite avanzar en este proceso.
Si te identificaste con uno, dos o más de los puntos anteriores es necesario que te detengas a analizar la situación, ya que podrías estar presentando dificultades para superar la pérdida. Entender, aceptar y asimilar que una persona que impactó nuestra vida ya no está, no es algo sencillo; sin embargo hay ocasiones en las que es necesario reconocer cuando, a pesar de nuestros esfuerzos, la pérdida nos sobrepasa y no vemos la manera de salir adelante. Es muy doloroso y difícil vivir día con día con este sufrimiento constante, por lo tanto es necesario considerar la opción de recibir ayuda de un profesional de la psicología que te oriente a encontrar tu bienestar, retomando fuerzas y disfrutando tu vida; viviendo, no sólo sobreviviendo.
Lic. Ana Beatriz Banda López