Uno de los deseos más profundos que poseemos los seres humanos es el de ser únicos para alguien; inclusive desde los primeros años de vida se exige el amor exclusivo de la madre. Cuando en una relación se siente que el amor de la persona amada le ha sido quitado o está en peligro de serlo robado por alguien más, los celos aparecen.
¿Qué son los celos? Los celos son parte de las emociones que todo ser humano llega a vivir en algún momento de su vida, esa ansiedad manifestada ante la posible pérdida de nuestra necesaria figura de apego, aquella que en ese momento nos llega a brindar seguridad; los celos se pueden llegar a expresar como una muestra de afecto, para que la otra persona se sienta amada o sienta que se preocupan por ella. De alguna manera una cierta cantidad de ellos, se encuentra en la mayoría de las relaciones humanas, no solamente en las relaciones de pareja, también entre padres e hijos, amistades e incluso en las relaciones de trabajo.
Pero ¿cuándo los celos son normales y cuáles llegan a ser patológicos? Estos llegan a ser una reacción natural cuando nos encontramos ante una amenaza de pérdida; si son normales o no, lo va a determinar su intensidad, su duración y su justificación. A veces los celos pueden ser una señal de que algo se está tambaleando en la relación de pareja, por lo que actúa como un generador de energía, que les permite reencontrarse dentro de la misma relación, como señal de que el otro nos importa; por lo que en estos casos, llegan a ser hasta positivos ya que no desgasta la relación ni a ninguno de los miembros.
Cuando se convierten en el modo de vivir, cuando constantemente sufrimos por pensar en dónde y con quién está nuestra pareja, cuando nuestra vida comienza a girar en torno a los celos por él/ella, estamos ante algo patológico. Por lo regular, lo anterior, tiene su origen en una baja autoestima, inseguridades que no nos permiten formar relaciones sanas, ya que constantemente se está en busca de estimación y aprobación de la otra persona y si no recibe, se genera desconfianza y aparecen los celos y las peleas, una y otra vez. El bienestar de la pareja teñida de celos se va debilitando paulatinamente. En una pareja donde los celos predominan, se presenta la frustración y la pérdida que provocan odio y agresión. Así, se llegan cuestionar si realmente existe amor entre los ellos.
¿Qué hacer con esto?
- Identificar qué tan intensos son los celos; si duran por mucho tiempo, si me hacen sentir mal, si lastiman a mi pareja, etc.
- Fomentar siempre la comunicación en la pareja:
Hablar sobre cómo nos sentimos.
Tratar de definir si estos celos fueron o no justificados en determinado momento; para esto lo mejor es tener delimitadas las condiciones de la pareja, desde un inicio.
Estar al tanto de lo que el otro siente y obviamente lo que nosotros sentimos al respecto.
- Cuando los celos se están volviendo constantes, intensos y se están saliendo de control, lo mejor es buscar ayuda de un profesional para darle entendimiento a todo lo que uno está sintiendo.
Lic. Marla Arias /
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