¿Por qué la pirámide alimentaria es mala para tu salud?Cuanto más aprendo sobre lo que realmente necesita nuestro cuerpo para mantener un estado óptimo de salud, más desconfío del nutricionista típico hablando en el típico programa de ‘salud’ (sí, salud entre comillas) en la televisión o en las revistas de consumo masivo. Las teorías que estos nutricionistas utilizan están basadas en ciencia de hace varias décadas, llevada a cabo con poco rigor y en la mayoría de los casos a través de estudios financiados por grupos de interés (grandes productores de ciertos alimentos) que guiaban directa o indirectamente los resultados de los estudios (ver la conspiración de la industria alimenticia).
Uno de los mejores ejemplos que ilustra la ignorancia generalizada de estos supuestos expertos es la actual pirámide alimentaria. En realidad hay varias, pero todas son similares, y ésta es por ejemplo la pirámide propuesta por la sociedad española de nutrición española (http://es.wikipedia.org/wiki/Pir%C3%A1mide_alimentaria).
Para entender por qué esta pirámide es tan desastrosa para tu salud, debes entender primeramente cómo evolucionó el ser humano. Los primeros homínidos (primates bípedos) datan de hace más de 2 millones de años, y exhibían ya una composición muy similar a los humanos actuales, quizá no tanto por su físico exterior pero sí desde un punto de vista biológico. Piensa que las líneas evolutivas del ser humano y el chimpancé se separaron hace más de 5 millones de años y aún así compartimos con ellos el 98% de nuestro ADN.
Por tanto, parece lógico pensar que nuestro cuerpo evolucionó para nutrirse de los alimentos que estaban disponibles en la naturaleza, principalmente plantas y animales, por eso se nos denominaba recolectores-cazadores, y esta fue la forma de alimentarse durante millones de años.
Mucho más recientemente en nuestra historia, hace unos 10.000 años, se ‘inventa’ la agricultura, y con ella alimentos como los cereales. Más o menos al mismo tiempo se empieza a domesticar animales dando lugar a la ganadería, y con ella el consumo de leche y posteriormente sus derivados. Dada esta cronología de eventos en la historia de la evolución humana uno podría pensar que nuestros cuerpos están mejor adaptados a comer verduras y frutas (presentes durante millones de años) que cereales o leche (menos de 10.000 años), y los hechos así lo demuestran:
Se estima que un 1% de la población de países occidentales es celíaca, es decir, que no toleran el gluten, proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales (trigo, centeno, cebada…). En países por ejemplo del Sahara Occidental, donde la introducción del trigo fue mucho más tardía, el porcentaje de la población celíaca es del 5%!
En el caso de la leche el problema es la intolerancia a la lactosa (el ‘azúcar de la leche’), y los números son todavía mucho peores, aunque dependen también en gran medida de la etnia/raza y su historia (cuánto tiempo tuvieron para adaptarse). Por ejemplo los nórdicos tienen porcentajes de intolerancia a la lactosa del 1-2%, el resto de europeos sobre el 4%, los africanos entre el 20 y 70% (depende de las zonas) y en el caso de los asiáticos más del 90% de la población es intolerante a la lactosa!!
En resumen, el cuerpo humano todavía se está adaptando a los productos que se introdujeron en la última etapa de su evolución, y por tanto su consumo no debería ser masivo (lo que no quiere decir que sean necesariamente perjudiciales en cantidades moderadas). Si equiparamos la evolución del hombre a un año calendario, podríamos decir que el hombre se ha estado alimentando con plantas/frutas y animales desde el 1 de Enero hasta el 29 de Diciembre, fecha en la que se inventó la agricultura y ganadería, y por tanto cuando empezamos a comer cereales y leche. Y de repente, el 31 de Diciembre (que sería la época actual), los cereales deberían ser (según los ‘expertos’) la base de nuestra alimentación (pasta, pan, harina, arroz…); y la leche y sus derivados debería ser más frecuente en nuestra dieta que el pescado o los huevos.
¿Cóoooomo?
Osea, que alimentos que el ser humano no consumió durante más del 99% de su existencia, deberían ser ahora la base de nuestra alimentación??, y esto está respaldado teóricamente por las recomendaciones oficiales de nutrición. Es cierto que hay un número creciente de expertos (entre ellos muchos nutricionistas) argumentando con estudios en la mano que esta pirámide es absolutamente errónea, y es uno de los factores en el aumento de ciertas enfermedades modernas, pero los gobiernos siguen promoviendo estas pirámides entre la población como ejemplos de alimentación equilibrada y saludable.
Para ser justos, hay que reconocer que la dieta que sigue la mayoría de la gente (adicta al azúcar) es tan mala que efectivamente su salud mejoraría si siguieran los principios de la pirámide alimentaria tradicional; sin embargo, esto no justifica el hecho de que se esté promulgando información incorrecta y finalmente dañina.
Es necesaria por tanto una nueva pirámide alimentaria, alineada con la evolución y la ciencia más reciente.
En mi Guía de Alimentación propongo una pirámide diferente, que no excluye productos como los cereales, legumbres o la leche, pero que les da un peso más apropiado a lo que nuestro cuerpo requiere según su evolución. También hay que tener en cuenta que tu línea evolutiva determinará en buena parte tu grado de adaptación a estos alimentos, de ahí la importancia del individuo.
Es decir, la base de tu alimentación debería estar formada por verduras (incluyendo algunos tubérculos) y frutas, no cereales, y después proteínas, con foco en pescados, huevos y carnes. Y con menor frecuencia y cantidad productos de reciente incorporación en la dieta humana, como la leche y los cereales o legumbres.
Y como ves, en la pirámide alimentaria de Fitness Revolucionario no hay donuts ni caramelos!
Fuente:
http://fitnessrevolucionario.com/2011/10/31/por-que-la-piramide-alimentaria-es-mala-para-tu-salud/