Endulzantes artificialesHace unas semanas escribí sobre el efecto tremendamente negativo que tiene el azúcar sobre la salud, y sobre la adicción de la sociedad actual a la misma.
Todo el mundo sabe que el azúcar tiene muchas calorías ‘vacías’, y por tanto se han puesto de moda en los últimos años los endulzantes artificiales, como la sucralosa o el aspartamo. Sin embargo, aparte de ser poco efectivos (a pesar de su elevado uso los índices de obesidad siguen aumentando) estos endulzantes químicos tienen otra serie de efectos nocivos para la salud que los hacen tan peligrosos o más que el propio azúcar.
Sucralosa
La sucralosa se obtiene añadiendo tres moléculas de cloro a la molécula original del azúcar, y tras un largo proceso (patentado en su momento por Splenda) el químico que se obtiene está más cerca del famoso agente naranja que del azúcar. De hecho los químicos que lo descubrieron estaban en realidad intentando desarrollar un nuevo insecticida, pero cuando se dieron cuenta de que este nuevo ‘insecticida’ era extremadamente dulce (600 veces más que el azúcar) decidieron retocarlo para producir el ya conocido endulzante (mucho más rentable que los insecticidas).
Lo que los fabricantes nos intentan hacer creer es que al tratarse de un tipo de azúcar no presente en la naturaleza, nuestro cuerpo es incapaz de metabolizarlo, y por eso no aporta calorías. Según ellos pasa por nuestro cuerpo sin generar ningún impacto. Sin embargo, estudios realizados por el FDA (Food and Drug Administration – encargado de aprobar medicamentos y productos alimentarios en Estados Unidos) y otros investigadores demostraron que entre el 11 y el 30% de la sucrolosa ingerida sí es absorbida por nuestro organismo, con consecuencias potencialmente negativas para nuestra salud.
Algunos de los daños provocados por la sucralosa son:
Reducción en un 50% de las bacterias intestinales beneficiosas
Aumento del peso corporal
Reducción de los glóbulos rojos
Aumento en la infertilidad masculina, al interferir en la producción de esperma y en la vitalidad
Lesiones en el cerebro en dosis más elevada
Aumento de riñones calcificados
Aumento de la probabilidad de aborto espontáneo
Quizá estos estudios utilizaban dosis elevadas y no va a pasarte nada por un sobrecito al día, pero para qué arriesgarse?
Aspartamo
Y si piensas ahora que la sucralosa es mala para tu salud, creo que el aspartamo es mucho peor. Desde 1974 a 1985 el FDA se negó a aprobarlo para consumo humano debido a los múltiples estudios que lo relacionaban con todo tipo de trastornos de la salud (dolores de cabeza y jaquecas, mareos, ataques, náuseas, entumecimiento, espasmos musculares, aumento de peso, sarpullido, depresión, fatiga, irritabilidad, taquicardia, insomnio, problemas visuales, palpitaciones cardiacas, dificultades respiratorias, ataques de ansiedad, dificultades para hablar, pérdida del gusto, zumbidos en el oído, vértigo, pérdida de la memoria y dolores a las articulaciones).
En 1985 sin embargo, la empresa Monsanto (creador del aspartamo y la principal compañía de productos transgénicos) aprovechó su gran influencia en el gobierno para lograr la aprobación de este producto, a pesar de que muchos estudios posteriores han seguido demostrando los problemas que genera su consumo, ligándolo en estudios recientes con aumentos de enfermedades neuronales y del sistema nervioso, como tumores cerebrales, esclerosis múltiple, mal de parkinson y alzheimer.
El aspartamo está compuesto por tres substancias químicas: ácido aspártico, fenilalanina y metanol. El metanol en el aspartamo se convierte en formaldehido en la retina del ojo, y el formaldehido se agrupa en la misma clase de tóxicos que el cianuro y el arsénico. Es decir, el aspartamo puede considerarse técnicamente un veneno, que si bien no mata de manera súbita como otros, va dañando tu salud de manera gradual e irreversible.
De nuevo, el veneno está en la dosis, pero con toda la información que tenemos, es mejor evitarlo.
Un documental interesante sobre el efecto del aspartamo en el cuerpo es ‘Sweet Misery: a poisoned world‘.
El aspartamo está presente en las principales bebidas ligth, como coca-cola light (o diet coke), coca-cola zero o diet pepsi / pepsi light. Estas compañías (junto con Monsanto, Nutrasweet, Splenda…) invierten billones de dólares para promocionar sus productos y minimizar la divulgación de los estudios en los que salen mal parados, mientras se siguen aprovechando de nuestra debilidad para llenarse los bolsillos (parte de la conspiración de la industria alimenticia).
¿Y si necesito un endulzante?
En el post anterior ya comentaba que debes transicionar hacia endulzantes más naturales, como por ejemplo stevia, que procede de una planta originaria de Paraguay, y que aparte de tener propiedades digestivas evita el aumento del azúcar en sangre y por tanto los picos de insulina (importante si quieres perder peso).
Sé que no es realista pensar que de la noche a la mañana vayas a eliminar tu consumo de estos productos (al fin y al cabo estamos en esta situación por la adicción que generan) pero sí creo que es relativamente sencillo reducir a la mitad la sucralosa o aspartamo que consumes, y así reducir también significativamente los efectos dañinos sobre tu cuerpo:
Por ejemplo utiliza la mitad del sobre de endulzante, en vez del sobre entero, te aseguro que en poco tiempo te acostumbrarás y no sentirás las bebidas menos dulces.
Reduce a la mitad tu consumo de bebidas ‘light’; una o dos a la semana no te harán daño, pero si eres de los que toman sodas todos (o casi todos) los días tu salud corre un serio peligro.
Dentro de los endulzantes artificiales, los alcoholes del azúcar, tipo Xilitol o eritritol parecen ser más seguros que los anteriores, y de momento los estudios sólo los ligan a posibles problemas gástricos ingeridos en altas cantidades o en personas especialmente sensibles .
Fuente:
http://fitnessrevolucionario.com/2011/12/18/endulzantes-artificiales/