La inmensa mayoría de las cosas que hacemos son hacia el exterior. Viajamos, buscamos información, nos relacionamos, amamos… No se nos ocurre viajar hacia nuestro interior, buscar información en la Fuente de sabiduría que hay en nuestro interior o/y relacionarnos con nuestro ser… amarnos ….
Usamos los cinco sentidos externos, de forma excesiva inclusive, no dejando descansar los oídos ni la vista, etc …. pero no usamos -estando ahí a nuestra disposición- nuestros sentidos internos para el placer de nuestra alma que languidece de soledad y aburrimiento …
Conectar nuestra mente con nuestro corazón y conectar nuestro corazón con su centro energético -chakra- nos lleva a descubrir realidades superiores en nosotros.
Sintonizar con el pulso del corazón del Universo y sincronizarnos con su misma respiración nos lleva a entrar en una corriente de energía en la que sólo tenemos que dejarnos fluir. Nada más. Ahí, en ese momento, la mente desconecta y se ponen en marcha los sentidos internos…
Luego, cuando volvemos al exterior de nosotros, comenzamos a VER y a diferenciar lo Real de lo ilusorio… y actuamos, cumpliendo con nuestro rol, sabiendo ya diferenciar el mundo externo del interno, el mundo real del aparente…
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