Cuando se actúa desde el corazón, se actúa desde la autenticidad. El que ello sea comprendido y aceptado ya es otra cosa, pero esto no debe preocupar ni es lo que importa.
El corazón palpita desde otra realidad e interés y es cuando los demás te dicen “¡estás loca!”
Y no estoy hablando del impulso instintivo ni de las reacciones desde el ego, sino del actuar del corazón guiado por la Conciencia.
La Conciencia tiene su propia brújula y su dirección otra diferente a la racional. Cuando la Conciencia toma el mando de la vida -cuando se pone al frente- es porque el ego ya no pone resistencia y ha cedido. Ya no hay más intereses individuales ni quieres ser protagonista de nada; te has sumado a una conciencia colectiva o grupal que tiene fuerza y poder suficiente para hacerte trascender los planos inferiores de la vida.
¿Qué utilidad o qué importancia tiene una gota de agua en el océano? Pues eso. Formar parte del Océano, ser esa inmensidad porque en cada gota está el Todo.
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