“Por todas partes, los pájaros van y vienen. Incluso en las ciudades, están ahí, se posan en los árboles, en las terrazas, en los tejados de las casas. Y puede suceder que estéis en
vuestra habitación, que tengáis preocupaciones, penas, y que supliquéis al Señor que os ayude… Pensáis que estáis solos, y he ahí que en el borde de la ventana abierta, un pajarito que
ha escuchado vuestra llamada, vuestro grito de sufrimiento, lleva vuestra oración hasta el cielo…
Pero no esperéis que esto se produzca por casualidad: acostumbraos en confiar vuestros deseos a los pájaros. ¿Veis a un pájaro paseando cerca de vosotros? Formulad una petición, la
más bella, la más pura, y decidle que la transporte. Aunque no tengáis nada especial que pedir, cuando veáis un pájaro, podéis siempre considerarlo como un mensajero que transportará
vuestros buenos pensamientos por todo el mundo. ”
Omraam Mikhaël Aïvanhov