EL AMOR ¿Cuántos libros y novelas se han ocupado de él?, el término amor es polisémico, tiene muchas definiciones y significados. Pero su uso, abuso, falsificación, manipulación y adulteración exigen un esfuerzo especial de clarificación para evitar que llegue a quedar reducido a cosa, cosificado y deteriorado. Un amor sin voluntad es un amor inmaduro, frívolo superficial, aunque para algunos el amor es solo un sentimiento que va y viene según soplen los vientos, otros son exigentes y buscan poseer al otro, invadiendo sus espacios, para otros, el amor es una idealización de la persona amada y el deseo de estar siempre junto a ella o el. Para todos existe una manera particular de amar.
En mi experiencia profesional, he tenido la oportunidad de atender a numerosas parejas, sus conflictos, el manejo de sus sentimientos y emociones, así como también se percibe una gran variedad de amores en la relación que cada uno disfruta y sufre a su manera, de allí que encontramos:
El amor lúdico: búsqueda de juego y de gozo, solo disfruta el que esta jugando al amor, no toma en serio a la pareja.
El amor romántico: amor a primera vista, por atracción física, es intenso, pero dura poco; hay una idealización de la persona amada y un deseo persistente de estar junto a el o ella.
El amor celoso: donde la pareja o uno de los dos, siente temor, ve fantasma por cualquier agujero y vive obsesionando la mente y lesionando el amor hasta matarlo.
El amor reseco: donde no se expresan sentimientos, sueños ni alegrías, no se nutre y solo surge de manera planificada “hoy es viernes nos toca hacer el amor”; para desahogar la necesidad fisiológica del sexo; amor en decadencia.
El amor de movimiento: cada quien vive y disfruta sus intereses, no paran, viven de fiestas, compromisos sociales, no se divierten juntos, ni se conocen por dentro.
Amores prohibidos: nacen en mal momento o con la persona equivocada, estos amores son condenados y censurados por la sociedad, le quita la novia al amigo y viceversa, el novio a la cuñada, a la prima o viceversa; se enamora del hombre o mujer casada.
El amor obsesivo: es exigente, se posesiona del otro invadiendo su espacio, este amor suele llevar al éxtasis, pero también a los celos furiosos, a la desesperación, a las obsesiones de desamparo y a finales trágicos.
Amor platónico: es espiritual, puro, sin que medie interés alguno, es amor de uno, que muchas veces el otro lo desconoce.
Amor erótico: se basa en la atracción sexual, se inicia con la misma rapidez que termina, es sensual, voluptuoso y hasta obsceno, es pasión de momento.
Amor de detalles: lleno de gajos que hacen el ramo grande de la felicidad, es mas característico de la mujer, durante toda la relación de pareja, en el hombre solo ocurre en la etapa del enamoramiento inicial.
Amores que matan: enloquecen, hieren, duelen, quitan la risa, la calma y pueden llevar a la locura y hasta la muerte.
Amores que asfixian: ahogan tanto que apresa, encadena, se adueña tanto que te pierde y te quitan todo tus espacios.
El desamor: falta de interés y de alegría por ver a la pareja, ausencia del deseo sexual, de quien lo sufre afectando al otro, generalmente el desamor es de uno, el otro u otra lo ama y lo desea.
Amor de costumbre: lleno de monotonía, rutina, serenidad, desgano y mucha paciencia.
Amor de vejez: amor dulce, de ternura acumulada, cargado de comprensión, compromiso, fraternidad.
Amores cultivados: caminan y dejan huellas, vibran con el amor y la pasión, adornan y hacen brillar los sueños y fantasías, “donde hubo fuego cenizas quedan”.
El amor es algo que se construye cada día, es una conquista permanente, recomienza cada mañana, evita “acostumbrarse” a vivir, sin caer en la rutina.
El verdadero amor sabe inventar, sabe renovar con creatividad e imaginación.
Para mantener la relación estable y prevenir los conflictos se debe hablar a tiempo, reconocer errores, saber disculparse, saber ceder, llegar a acuerdos, regalarse caricias y afectos en todo momento.
Maruja Navarro Bravo