Diarrea móvilLa infidelidad ahora se lleva en el Whatsapp.ELLA
Tú crees que él tiene problemas de estómago. Bueno, más bien de intestinos. De lentitud de tránsito. Últimamente pasa mucho rato en el baño. "Mi amor, es que, es que, ando un poco, ya sabes, que me cuesta", balbucea él cuando le preguntas. Y aunque procuras no molestarlo mucho con el tema –sabes que no le gusta hablar de su popó– no puedes evitar fijarte en que le ha cambiado hasta el carácter.
"Intenta tomar más fibra", le aconsejas cuando ya no puedes cerrar más la boca. Te vendrá bien, cariño. Y la verdad es que no sabes si te mira con cara de estreñimiento, pena o superioridad. Pero tú has decidido tomar cartas en el asunto aunque sea de manera silenciosa, así que llevas semanas sin cocinar tu famosa paella –cómo echas de menos un arrocito, Dios– y eliminando cualquier alimento astringente de la dieta. Como quien no quiere la cosa, ahora desayunáis pan integral con aceite y yogur con salvado de trigo. "Me ha dicho el médico", le mientes, 2que esté unas semanas así a ver si me baja el colesterol". Y él está tan en las nubes que ni se da cuenta de que tú nunca has tenido colesterol.
"Será el estrés", sufres tú con él. Pero sabes que el del trabajo es un tema intocable, y últimamente más. Será la crisis, piensas también. Y ni se te ocurre decirle que no se meta con la BlackBerry al baño (si, al menos, con el rato que se pasa ahí dentro desconectara un poco) o que deje un ratito el Xperia Z1 (sí, tiene dos smartphones, claro), que 'Homeland' va muy rápido y luego no se entera de qué pasa en el capítulo y se lo tienes que contar.
ÉL
Mientras tanto tú estás convencido de que ella sospecha algo. La tontería del estreñimiento no te va a durar mucho más, sobre todo porque tanta porquería de salvado, acelgas y mierdas así te está obligando a tomarte Fortasec para que ni tus intestinos ni tu coartada se vayan por la pata abajo.
Porque es que sólo encuentras paz en el baño. Es el único sitio en el que puedes whatsappear con Claudia sin que tu mujer se entere. La tía te persigue por todos lados fingiendo estar preocupada por tu salud y tu estrés. Pero tú sabes que algo se huele. Si fueras malpensado sospecharías incluso que te está poniendo laxantes en las acelgas para hacértelo pagar sin que se note.
Y es que últimamente te llevas los móviles a todas partes. Vamos, que si no fuera un cante total los atarías con una cadena a tu muñeca. Te entran sudores fríos tan sólo de pensar que te dejas uno en la encimera de la cocina y tu mujer se da cuenta de que les has puesto una contraseña. Por si acaso,en la agenda Claudia se llama Roberto, y le has pedido al informático de la oficina que te enseñe a borrar el historial de navegación por internet, no vaya a ser que aparezca la página de ese hotel romántico de Soria o la de esa floristería 24 horas.
LA OTRA
Otra vez. Joder con el Whatsapp. Está ya un poco pesadito. Necesito un poco de paz. ¿Es que no se da cuenta de que me lío con casados porque así no me dan tanto la brasa? Quizá sea el momento de pensar en un cambio.
Fuente:
http://www.revistagq.com/articulos/diarrea-movil-infidelidad-por-whatsapp/19253