Las tres puertas del exitoUn viajero llegó a un pueblo modesto y sencillo, pero este pueblo tenía algo en particular en su entrada, tenía tres puertas y cada una un pergamino colgado donde indicaba que para entrar al pueblo debía cumplir con los requisitos que indicaban pero si no cumplía con uno en ese mismo instante debía morir. No podía retroceder.
En la vida se presentan oportunidades para alcanzar el éxito pero si no se aceptan las oportunidades la derrota está cercana, el fracaso y la muerte por inanición, un frío corre por nuestras venas cuando nos encontramos en momentos decisivos, o lo tomo o lo dejo, pero si lo dejas mueres, aquel viajero dijo si he de morir, moriré intentándolo y aceptó el reto de las tres puertas del éxito.
Las tres puertas del exito (Abriendo)
Con temor y duda abrió la primera puerta del éxito y un enorme león se le acercó furioso, en un acto desesperado quizo cerrar la puerta pero aquel animal lo empujó y cayó. Era el león de la codicia, una bestia que no perdona nada, es capaz de devorar y de desmenuzar las sobras. Aquel viajero luchó por su vida, las mordidas con que era atacado le proponían fuertes dolores pero de una forma misteriosa lo dejó y le dijo que para poder entrar por esta puerta debes luchar contra tu codicia y cerró tras si la puerta.
Aquel viajero antes de abrir la segunda puerta, tomó armas construídas por él pues no iba a esperar ser atacado nuevamente, cuando ya las había terminado fue y abrió la siguiente puerta del éxito. Al abrirla lentamente y mirando por el borde de ella no vió absolutamente nada. Abierta de par en par quizo entrar pero se golpeó con un enorme cristal que cubría toda la puerta, era el muro invisible de la falsa confianza, utilizó sus armas para romper el cristal pero no lo pudo y la puerta se cerró.
Ahora angustiado aquel hombre, no podía saber qué le esperaría en la tercera puerta del éxito, desesperado la abrió y un enorme gigante salió, era el gigante de la desesperación, y luchó contra él cuerpo a cuerpo, pero cuando estuvo por desfallecer, el gigante lo dejó y la tercera puerta se cerró.
Aquel viajero lloró y comprendió que para entrar debía morir todas estas cosas en él. Cayó de rodillas y en ese instante se abrieron las tres puertas del éxito, ya no habían obstáculos ni ningún impedimento, había comprendido que el éxito se logra con dura batalla de si mismo.
Fuente:
http://blog.bernabearias.com/las-tres-puertas-del-exito/