Sabemos cuánto le queda a tu relación dependiendo de la peli que estés viendo con tu chicaPrólogo necesario
Tengo una anécdota de infancia que absurdamente no había compartido con vosotros aún. Fue a los 18 años que mi amiga A. se enrolló con un chico muy de su agrado. Él, estudiante de INEF, era alto, fuerte y lucía una perilla absolutamente 90’s, todo un bombero en potencia. No es extraño pues que ella le quisiera por su cuerpo. Los mimbres, como veis, eran sólidos. El caso es que después de echar unos dancing en una fiesta de Medicina donde todo el mundo experimentó con diferentes alcoholes (y mezcló; de verdad que se mezcló mucho aquella noche), sellaron el pacto (así es como se hablaba hace dos décadas).
Después de ello, y debido a que los dos procedían de escuelas conservadoras (y no sellaban con cualquiera), él le propuso a A. que volvieran a verse. Es más, que volvieran a verse a solas, rollo cita. A. accedió. Y después de eso viene el momento tierno de toda esta catártica historia, y es que mi amiga, de tipología absolutamente tímida, soltó una de las frases que se me quedarían tatuadas en la memoria como una un marcador de reses, aceite hirviendo o determinados fragmentos de calcomanías baratas, éstas ya de los 80: “No sé qué plan decirle, porque si quedamos a cenar me verá comer, pero, por otra parte, si no cenamos, tendré que hablar, y me da vergüenza”. Aplauso lento.
Y es que es verdad. Muchas veces no sabe uno que hacer cuando ha visto más tiempo desnudo al partenaire del que se ha compartido animada charla. Es por ello que mi amiga A., no exenta de cierta razón, entonó una plegaria en la que abogaba por una cita silenciosa, razón por la cual, amiguitos, Dios inventó el Cine, la madre de todos los tórtolos desamparados, el pegamento social de todo inicio dubitativo, el albergue oscuro donde coger carrerilla y confianza. Es la primera etapa (y ahora viene un decálogo de las diferentes maneras de relacionarse con el celuloide dependiendo del estadio relacional en que te encuentres).
Al trapo:
1. Vais al cine por timidez: Me remito a hace dos párrafos. Era la solución que A. necesitaba (no se puede hablar porque los demás espectadores te chistan, y si no quieres que elementos intrusos te colonicen la dentadura sólo hay que pedir cocacola sin palomitas, un clarísimo win-win) aunque ella no reparara en los 90. Esta fase viene a durar un par de citas.
2. Quedáis en casa "para ver una peli": Esto es un paso más avanzado. Si ella acepta es que que te va a permitir al menos segunda base. Lo normal es que desprendáis tantas hormonas que no superéis los títulos de crédito. Esta fase viene a durar un par de meses.
3. Quedáis en casa para ver una peli, ya sin comillas: La veis del tirón. Suelen ser rollo Dogma escandinavo o muy antigua en blanco y negro. Si os descuidáis os perdéis los subtítulos, así que el coito y/o acto sexual vienen necesariamente después. En esta etapa ya te da tiempo a quitarte los calcetines, con lo que la libido de ella se mantiene sin problemas a pesar de que te están saliendo entradas. Tiempo estimado: dos meses más.
4. Luego ya son de peleas y de amor, que son las que os gustan de verdad: Se puede decir que estáis, así que ya no tenéis secretos y os confesáis vuestros shitty gustos, por lo que 'XXX' un día y 'El diario de Noa' otro (dobladas, por supuesto) resulta una proporción más que aceptable para los dos. Lo normal es que os las sepáis tan de memoria que uno de los dos se quede dormido. Coitos aislados. Tiempo estimado: bastante, no sé, seis meses.
5. Se muda a tu casa y comenzáis a ver programas de la tele mientras cenáis: Han puesto muchos problemas para descargar películas en internet con todo eso de la Ley Sinde, por lo que os escudáis en 'Tú si que vales' o 'Mira quién baila', que a saber si lo siguen poniendo. Comenzáis a caer en la rutina. Ella te dice que estás echando barriga. Tú le respondes, que ya nunca quiere salir. Lloráis en el baño alternativamente. Es la crisis del año. Dura hasta que alguien os dice que es "la crisis del año" y entonces te das cuenta de que no pasa nada, y que si tus padres no la hubieran superado, tú no habrías nacido. Te llenas de Espíritu Santo y decide apostar por lo vuestro, así que compras las seis primeras temporadas de 'Cómo conocí a vuestra madre' y…
6. ...comenzáis a ver sitcoms, que sólo duran 20 minutos por capítulo, lo cual os permite no forzar un pause de índole sexual en lo que es vuestra segunda luna de miel. Os reenamoráis a la misma velocidad que les sucede a los personajes de la ficción. "Esos somos nosotros, cari", y os besáis muy fuerte en la boca. Y como estáis muy contentos y ver a Ted, Barney y compañía os parece lo mejor del mundo, os zampáis los DVD’s compulsivamente, en cinco semanas, concretamente, que es lo que dura esta etapa.
7. Ahora es el momento en que pasáis a ver 'Mad Men' y 'The Wire' y demás pamplinas lentísimas porque habéis llegado a un estado de sensatez relacional en el que pensáis que comprar vino bueno de 6 euros y grana padano es la manera en la que se consolida el amor maduro, que es como un jardín precioso que hay que regar. El tedio vuelve a la carga pese a los momentos de gran efervescencia intelectual de los comienzos de esta fase. Ninguno de los dos se atreve a decirle al otro que la HBO es lo más aburrido que ha visto en su vida. Os empezáis a ocultar cosas. Esta sensación dura para siempre. Es trans-temporal (ánimo, que ya quedan solo tres etapas).
8. Volvéis a ir al cine como volvéis a tomar copas en el bar de abajo: Es la crisis de los dos años. Que uno de los dos, y, mucho más difícil, que los dos simultáneamente tengáis ganas de yacer es una entelequia, por lo que hay que buscar esteroides emocionales. De repente te sorprendes comprándole flores y replicando rituales de los comienzos. Os engañáis durante un tiempo, pero esto sólo dura un mes…
9. ...hasta que os separáis. Ha sido una buena pareja, puede que de las mejores que conozcas en tu vida. Más tarde vendrán otras y veréis otras películas, y si por casualidad un día pasan por la tele 'El diario de Noa' o 'XXX' la asociarás con cariño a aquella persona, que, sin embargo…
10. …en la mudanza de ruptura se quedó todos tus DVD’s favoritos. Y eso pasa SIEMPRE.
Fuente: h
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