El Arte de la Paz comienza contigo. Trabaja sobre ti mismo y sobre la tarea que hayas seleccionado en el Arte de la Paz.
Cada uno tiene un espíritu que puede ser refinado, un cuerpo que puede ser entrenado de alguna manera, y un camino adecuado a seguir.
Estás aquí con el solo propósito de entender y darte cuenta de tu divinidad interna y de manifestar tu iluminación innata.
Promueve la paz en tu propia vida, y entonces aplica el Arte a todo lo que surja en tu Camino.
Herir a un oponente es herirse a uno mismo. Controlar la agresión sin causar heridas es el Arte de la Paz.
La vida en si misma es siempre una prueba. Al entrenar, debes probarte y pulirte para enfrentar el gran reto que es la vida.
Trasciende el reino de la vida y la muerte y entonces, podrás hacer tu camino en calma y con seguridad a través de las crisis que te confronten.
Morihei Ueshiba