Parto natural y su relación con la lunaPor: Psicoprofiláxis Montaña y ANIPP Última actualización: 01-06-2011
Una vez más la Asociación Nacional de Instructoras en Psicoprofilaxis Perinatal (ANIPP) y Psicoprofilaxis de Montaña comparten con Salud180.com más información especializada en el tema del parto. En esta ocasión el artículo es de Mariana Laguarda Ruiz. Te invitamos a leerlo con atención.
En realidad, esta es una apreciación absolutamente empírica, basada en lo que algunas amigas mías, instructoras en psicoprofilaxis, y yo hemos observado acerca de la influencia de la luna en los partos.
En cualquier fase de la luna puedes encontrar cualquier tipo de partos, unos más fáciles y otros más difíciles. Sin embargo, tiende a coincidir lo siguiente:
Luna nueva: durante esta fase de la luna, los partos tienden a ser fáciles y muy rápidos. Son los típicos partos en que la mujer llega corriendo con dilatación completa y no da tiempo ni de que se quitarse la ropa para parir. Suelen juntarse 2 con pocas horas de diferencia y ambos resultan fisiológicos y con expulsivos cortos. Las membranas suelen romperse solas durante el trabajo de parto. Son partos explosivos que no le dan a la madre tiempo de reflexionar acerca de lo que está sucediendo.
Cuarto creciente: quizás estos son los partos más bonitos del mes. No son tan explosivos como en la luna nueva, pero la dilatación y el avance suelen ser consistentes y le dan a la madre tiempo para integrar el hecho de que el bebé va a nacer. Suelen ser los partos como de libro, en donde las fases del trabajo de parto resultan lo esperado y la madre puede ubicar donde está parada, que hacer y cuanto falta para terminar.
Luna llena: es la fase de la luna en donde ocurren más nacimientos, los cuneros suelen estar llenos y el personal del hospital (enfermeras y médicos de guardia) andan corriendo. Con esta luna los partos pueden ser fisiológicos cuando la mujer está cerca de su fecha probable de parto. Sin embargo, puede suceder que algunos partos se adelanten un poco y la luna los “jale”, cosa que provoca que comencemos muchos partos con rupturas prematuras de membranas y condiciones desfavorables de cuello. Esto evidentemente provoca que los partos se prolonguen y resulten muy trabajosos.
Cuarto menguante: suele haber pocos partos. Son los típicos partos poco fisiológicos, muy trabajados, en los que el bebé deflexiona la cabeza o mete una manita. Hay que invertir mucha energía, tener mucha paciencia y no desesperar para que estos bebés finalmente nazcan. Aun en aquellas ocasiones en que el parto fluye fácil, suelen pasar cosas: El papá viene corriendo y no llega o casi no llega, el bebé tiene un cordón un tanto más corto de lo habitual, la placenta tarda en salir, etc.
Luna negra: la luna negra ocurre un día antes de la luna nueva. Los partos en la luna negra suelen ser los peores del mes. Son los más largos y los más difíciles. Resulta muy complicado que el bebé nazca. Es un día en el que hay que tener más cuidado de lo normal con la frecuencia cardiaca y hay que vigilar estrechamente los nacimientos para que la cosa no se complique.
Hay que aclarar, que en cualquier fase de la luna el nacimiento puede resultar tan bello como en cualquier otra. Nuestra actitud, nuestra paciencia, nuestra tolerancia y nuestras decisiones siguen siendo lo más importante.
Fuente:
http://www.salud180.com/maternidad-e-infancia/parto-natural-y-su-relacion-con-la-luna