A veces pensamos que si superamos un obstáculo específico entonces nuestras vidas serán perfectas. Creemos erróneamente que si obtenemos el ascenso que hemos estado buscando o el mejor cuerpo por el cual hemos estado trabajando, habremos alcanzado nuestro más alto potencial de felicidad. Sin embargo, al final, la alegría de cualquier logro se desvanecerá.
Escalar una montaña nos hace felices por un momento, pero una vida dedicada a conquistar una cumbre tras otra siempre nos llevará a cimas más elevadas de realización.
Yehudá Berg