Una mujer sana es muy parecida al lobo: poderosa fuerza vital, dador de vida, vigilante de su territorio, intuitivo y leal. Aunque la separación de su naturaleza salvaje provoca que una mujer se vuelva pobre, ansiosa, y temerosa.
Con la naturaleza salvaje como aliada y maestra, nosotras no vemos a través de dos ojos solamente, pero si a través de los muchos ojos de la intuición. Con la intuición somos como la noche llena de estrellas, contemplamos al mundo a través de mil ojos. La naturaleza salvaje lleva la medicina para todas las cosas. Ella lleva historias, sueños, palabras y canciones. Ella lleva todo lo que una mujer necesita ser y saber. Ella es la esencia del alma femenina…
No significa perder nuestras socializaciones primarias. Significa totalmente lo contrario. La naturaleza salvaje tiene una extensa integridad en ella. Significa establecer un territorio, para encontrar nuestra propia manada, para estar en nuestro cuerpo con certeza y orgullo, para hablar y actuar a favor de uno, para estar alerta, y para encontrar lo que a uno le pertenece.
Significa levantarse con dignidad, para proceder como un ser poderoso, quien es amigable pero nunca doméstica.
La mujer salvaje es quien atrona en la cara de la injusticia. Es ella quien hace que una mujer siga adelante cuando pensaba que había terminado. Ella es intuición, previsora, atenta y profunda oyente, y ella es el corazón leal. Ella prospera en sitio fresco, y con auto integridad.
¿Dónde puedes encontrarla? Ella camina por los desiertos, ciudades, bosques, océanos, y en la montaña de la soledad. Ella vive en las mujeres por todas partes; en castillos con las reinas, en las salas de reunión, en el tejado, y en el autobús nocturno que va a Brownsville.
Ya sea que estés poseído por un corazón simple o uno ambicioso, Ya sea que intentes llegar hasta la cima o solo llegar hasta el mañana, la naturaleza salvaje te pertenece a ti.
Ella vive en un lugar lejano que se quiebra a través de nuestro mundo. Ella vive en el pasado y es convocada por nosotras. Ella está en el presente. Ella está dentro del futuro y camina de regreso en el tiempo para encontrarnos en el presente.
Sin nosotras, la mujer salvaje muere. Sin La Mujer Salvaje, nosotras morimos. Para la vida, para la vida verdadera, ambas deben vivir.
Clarissa Pinkola Estés