El espacio por el que se desplaza, trabaja y vive debe estar despejado de energías negativas. Para elevar el estado de ánimo es imprescindible recibir estímulos que lo gratifiquen y movilicen al cambio. Deben estar bien ventilados y purificados. El uso de sahumerios, velas y aceites es muy adecuado para este fin. Los sahumerios o velas enciéndalos por la mañana o por la noche. Aceites hay de dos tipos. Esenciales, para perfumar y de uso personal, y los que son para horno y lámpara y aromatizan los ambientes.
Acíbar: Se emplea como ahumerio para purificar el ambiente y eliminar las cargas negativas.
Almizcle y Ámbar: Una mezcla especial que es emplea para romper maleficios, hechicerías y rachas de mala suerte.
Azahar: Este aroma atrae la felicidad y aleja los pensamientos negativos.
Benjuí: Atrae buena suerte y protege contra accidentes. Se utiliza para purificar una casa o habitación.
Caléndula: Es propicio para mantener una constante serenidad.
Clavel: Armoniza el ambiente.
Clavo: Favorece el buen ambiente hogareño.
Coco: Es otro de los inciensos que contribuye a la armonía y prosperidad del hogar. Debe ser quemado en el comedor de la casa.
Estoraque: Se utiliza para limpieza de casas, oficinas o negocios, aleja los malos espíritus. La Iglesia Católica ha aceptado este producto como sustituto del incienso clásico.
Eucalipto: Favorece la recuperación de la salud. Calma la agresividad.
Flor de azahar: Propicia el entendimiento amoroso y los enamoramientos.
Gardenia: Produce efectos tranquilizantes. Equilibra el sistema nervioso.
Glicina: Atrae la buena suerte. Especialmente, se usa cuando se desea ganar un juicio. Su fuerza es muy poderosa. Conviene quemarlo a media noche para tener suerte en el juego o para ganar cualquier pleito.
Heliotropo: Fragancia muy potente para atraer a la mujer amada.
Hierbas: Brindan lucidez espiritual. Favorecen la meditación, lo religioso y lo místico.
Incienso: Transforma lo negativo en positivo. Se emplea para limpiar ambientes cargados de negatividad.
Jazmín: Neutraliza la envidia, y atrae suerte en lo personal, profesional, comercial y familiar.
Lavanda: Calma los nervios y aumenta el optimismo. Si se quema todos los días, evita discusiones matrimoniales y familiares.
Lila: Se aconseja quemarla para mejorar en los estudios.
Madera de Oriente: Ayuda al comienzo de nuevos proyectos. Crea un estado absoluto de misticismo.
Madera de Sándalo: Equilibra el sistema nervioso y la mente. Se recomienda quemarlo durante una sesión de tarot, de yoga o al estudiar; también cuando hay alguna persona enferma.
Miel: Atrae dinero, suerte y amor.
Musk: Estimula el amor y la amistad. Crea un estable y armonioso ambiente. Elimina tensiones negativas.
Opium: Estimula la sensibilidad y atrae el amor.
Pino: Atrae las buenas vibraciones psíquicas y a los espíritus protectores. Purifica los ambientes cargados de negatividad. Debe encenderse cuando hay enfermos dolientes para que los mismos se recuperen con prontitud.
Romero: Atrae la salud y fortuna. Purifica la casa. Es aconsejable quemarlo en la alcoba antes de acostarse.
Rosa: Propicia el amor y la buena salud. También incita a la generosidad. Otorga paz, tranquilidad y armonía conyugal.
Rosa Roja: Genera una fuerte atracción entre dos personas (sobre todo si se quema en polvo).
Sándalo Dulce: Limpia el ambiente dejando alejando las influencias negativas. Purifica el alma. Atrae dinero, suerte y fortuna.
Tilo: Distiende el cuerpo y la mente otorgando paz interior. Aleja los miedos.
Violeta: Otorga paz interior. Brinda armonía al hogar. Elimina los problemas que puedan surgir en un matrimonio, facilitando la comprensión en la pareja.
Zonka: Rompe maleficios y deshace los "trabajos", por muy fuertes que sean, que los demás han hecho contra uno.
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