En realidad, naturalmente parece ser muy difícil abrirnos paso frente a nuevas ideas, concebir diferentes conceptos y estilos de vida alrededor del mundo, diferentes a los que nos han rodeado a nosotros mismos desde que nacimos.
Todo esto se resume en que es simplemente más fácil tener una mente cerrada y conforme con el entorno, a tener una mente abierta que siempre está dispuesta al cambio.
Y la razón de todo esto, es lo que vuelve interesante el asunto.
Trata de pensarlo por un momento… ¿Qué tiene de difícil escuchar nuevas ideas y estudiar para entender qué tan cierta son?
¿Qué tiene realmente de malo aprender de distintas religiones o culturas alrededor del mundo y buscarle el significado a cada comportamiento humano?
Tener una mente abierta no significa dejarnos llevar por todo lo que aparezca frente a nuestros ojos, ni tampoco significa cambiar la esencia de quienes somos… Entonces, ¿Qué tiene de malo simplemente conocer más allá?
Pues en la respuesta a éstas preguntas, se basa el más grande Secreto que debes conocer para tener una mente abierta.
Es simple: Todo tememos a ser rechazados socialmente, a no “colar” o estar afín en la sociedad que nos rodea.
Algunas personas religiosas (o fanáticas, más bien, siendo la mayoría), no conciben escuchar ideas contrarias a sus propias creencias, no aceptan los planteamientos argumentativos que otros puedan presentar para demostrar los resultados científicos acerca de la existencia de Dios.
Ellos temen a ser juzgados, a ser condenados, a ser mandados al infierno o a que Dios los castigue por su acción. Temen ser marcados en su iglesia, ante sus grupos de amigos , y hasta a lo mejor su familia.
También pasa que por ejemplo las personas adultas, no entienden y no conciben las nuevas generaciones de música, rechazan a quienes practican bailes modernos y ruidosos, a veces hasta tildan como locos o satánicos a quienes simplemente quieren ser diferentes y visten de ropa particularmente extravagante.
Simplemente están atados al entorno en que siempre han vivido, que terminan repelando con cualquier cambio de la sociedad, y lo último que anhelan es parecerse a esos locos de hoy en día, o como suelen decir, “a los jóvenes de hoy en día”.
Todo esto se reduce en el temor de ser diferentes a las personas que hacen parte de su entorno, ellos se dejan llevar por la presión social y por los “estándares” marcados por algunas respecto a la manera correcta de vivir la vida.
Y justo es aquí donde yace nuestro secreto.
Si quieres tener una mente abierta, debes deshacerte de la presión mental que te impide probar cosas nuevas, conocer cosas diferentes.
Si tienes miedo a ser rechazado, pues lo que hay que analizar es que si las personas que te rodean te van a rechazar por ser diferentes, entonces a lo mejor no valgan la pena y no te quieran y te respeten tanto como lo proclaman… ¿Verdad?
Tú eres libre de ser quien quieras ser, sobre todo si mantienes presente que tus derechos, llegan al límite en donde empiezan los derechos del otro.
Lo que sabes probablemente no es ni un 10% de lo que puedes saber si tienes una mente abierta, y lo que conoces a lo mejor no sea cierto y te estés perdiendo de la verdad de otros conceptos.
No tienes nada que perder con tener una mente abierta, y por el contrario, muchos conocimientos por aprender para mejorar tu vida de cualquier manera.
Así que, anímate a aplicar en tu vida un secreto tan poderoso: Sé tú mismo y libérate de la presión social que te impide ser diferente.
Al fin de cuentas, con todo lo que aprendas alrededor del mundo, si quieres seguir siendo la misma persona que eres hoy, es perfecto. Es tu decisión y todos debemos respetarla
Pero no pierdas la oportunidad de llegar a otros rumbos, sólo por el temor a ser rechazado o a no ser igual a todos los demás que te rodean.
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