Si aspiras a un ascenso, a un mayor reconocimiento en tu trabajo, a aumentar tus ingresos o simplemente deseas ser más productivo, deberás aprender cómo aumentar tu rendimiento. Estas son algunas cosas que puedes hacer para rendir más y mejor.
En primer lugar, ten cuenta que no puedes ser productivo en tu trabajo si tu vida privada está desorganizada y está interfiriendo con tu trabajo. Por tanto, el primer paso es tener organizada tu vida privada y darle un buen repaso para detectar y solucionar cualquier problema que pueda haber a este nivel. Por ejemplo, un problema en tu relación de pareja puede hacer que rindas menos debido a que tus preocupaciones te impiden concentrarte en el trabajo.
Aún así, no siempre es posible solucionar tus problemas privados o evitar que surjan de vez en cuando. Por este motivo, aprender a dejar fuera del trabajo los problemas de la vida diaria puede ser una herramienta indispensable. Para hacerlo, proponte lo siguiente: "Una vez que entro por la puerta de mi oficina (o lugar de trabajo) dejaré fuera mi vida privada y mis preocupaciones para centrar mi atención exclusivamente en el trabajo. Cuando salga, podré pensar de nuevo en mis temas privados."
Entusiasmo
Sentir entusiasmo por lo que haces es uno de los ingredientes principales para tener un rendimiento alto. El entusiasmo hace que te sientas bien, que aumente tu motivación y que disfrutes con tu trabajo. La falta de entusiasmo puede deberse a que tu trabajo no te gusta (en cuyo caso, la solución puede ser más complicada, pues implicaría cambiar de trabajo), pero a menudo los motivos son otros, y pueden solucionarse. Por ejemplo, una mala organización puede hacer que estés demasiado estresado y que el trabajo que antes te gustaba se haya convertido ahora en una carga abrumadora. Si es así, sigue leyendo y tal vez encuentres algunas pistas para solucionar esto.
Como vimos en este pequeño artículo sobre el control de las emociones en los directivos, tanto mantener una actitud positiva como manejar adecuadamente tus emociones puede ser muy importante en el trabajo. Si te expresas en un estado emocional visiblemente alterado, puede que no te tomen en serio o te rechacen. Si, con frecuencia, estas de mal humor o eres demasiado pesimista, los demás no se sentirán cómodos trabajando contigo.
Las personas con las que trabajas necesitan saber que controlas tanto tu trabajo como a ti mismo, pues eso les aporta seguridad. Por tanto, trata de sonreír con cierta frecuencia, para trasmitir a los demás que tu estado de ánimo es tranquilo, confiado y positivo y que tienes una buena actitud hacia ellos. Si alguna persona no te gusta, intenta centrarte en lo positivo que pueda tener en vez de en lo que no te gusta. Si tienes una actitud negativa respecto a algo relacionado con tu trabajo, habla con los demás para conocer sus puntos de vista, pues te aportarán información que puede hacerte entender mejor la situación, ver las cosas de otra manera o encontrar aliados para proponer algunos cambios.
El siguiente artículo también puede servirte de ayuda: El control y la regulación de emociones
Establecer metas, organización y manejo del tiempo
Para llegar a alguna parte tienes que tener claro hacia donde te diriges. Establecer algunas metas es un buen modo de aumentar tu rendimiento al aportarte una sensación de dirección. Establece metas tanto a largo plazo como a corto plazo, así como los objetivos de cada día.
Trata de organizarte lo mejor posible y de manejar bien tu tiempo. Utiliza agendas, establece horarios, planifica qué vas a hacer durante el día y a qué hora o cuánto tiempo dedicar a cada tarea. Tener por escrito todo lo que vas a hacer durante el día (e ir tachando cosas conforme las vayas llevando a cabo) puede servirte de gran ayuda.
Echa un vistazo al artículo: Idear y perseguir metas: una de las claves del éxito en la vida.
¿Es adecuado tu lugar de trabajo?
Procura que tu lugar de trabajo sea adecuado para ti y tu personalidad. Pregúntate en qué condiciones rindes mejor y trata de implementarlas en la medida de lo posible.
Si necesitas pensar, ser creativo, generar ideas o concentrarte en algo, es mejor que lo hagas estando completamente a solas, pues las investigaciones han demostrado que las personas rinden mejor estando a solas al realizar cualquier tarea que requiera reflexión y concentración.
Si en tu lugar de trabajo hay demasiada gente y "pocas puertas", de manera que no puedes estar a solas, piensa en la posibilidad de hacer parte del trabajo en casa o en algún otro sitio.
Socializar sí, pero no más de la cuenta
El trabajo en equipo no siempre funciona mejor que el trabajo en solitario. Pensar en equipo no hace que se generen mejores ideas. Es preferible pensar por separado y en solitario y luego juntar las ideas y seleccionarla mejor.
Por otra parte, demasiadas reuniones, conferencias, charlas, cursos y otras actividades de grupo también pueden perjudicar el rendimiento aunque pretendan hacer todo lo contrario. Al final, el verdadero trabajo se hace estando a solas; por tanto, asegúrate de atender solo a reuniones, cursos, etc., que sean verdaderamente necesarios o te vayan a aportar algo valioso. A veces, obtienes mejor resultado leyendo un buen libro que asistiendo a un curso, y lo haces invirtiendo mucho menos tiempo y dinero (a no ser que vayas al curso para aumentar tus contactos profesionales o por cualquier otro motivo diferente al aprendizaje).
En resumen, céntrate en lo que verdaderamente importa y no malgastes tu tiempo.
Manejar las interrupciones
Las interrupciones hacen que el rendimiento disminuya tremendamente cuando estás realizando alguna tarea que requiere concentración. Por tanto, cuando estés haciendo algo que requiera que no te interrumpan, desconecta el teléfono, pon en la puerta el letrero de no molestar y asegúrate de que se lo toman en serio.
Cuando no estés haciendo algo que requiera mucha concentración y permitas a los demás interrumpirte, saca partido de esas interrupciones. Jason Womack, autor del libro, Your Best Just Got Better: Work Smarter, Think Bigger, Make More , entrevistado por Susan M. Heathfield, encargada de la web Human Resources de About.com, explica una interesante técnica para sacar provecho de las interrupciones: escribe en notas adhesivas los nombres de las personas que sabes que van a interrumpirte y añade junto a cada nombre las cosas que te gustaría tratar con esa persona, las preguntas que desees hacerle o cualquier tema en que pueda ayudarte. Cuando te interrumpa, escucha lo que tenga que decirte, pero aprovecha también para tratar la cuestión que has anotado.
La comunicación
El modo cómo te comunicas con los demás puede ser decisivo para aumentar la productividad en ciertos aspectos de tu trabajo. Si te llevas bien con los demás, eres amable y mantienes buenas relaciones, ellos estarán más dispuestos a ayudarte a hacer tu trabajo.
• Interésate por las personas con las que trabajas, pregúntales cómo están y qué tal les van las cosas.
• Mantén informadas de lo que estás haciendo (o de cualquier cosa que consideres importante) a personas relevantes, como miembros de tu equipo de trabajo, supervisores.
• Procura adelantarte a cualquier pregunta que podrían hacerte, para darles esa información por adelantado.
• Haz preguntas si no estás seguro de algo. No seas tan arrogante como para pensar que lo sabes todo, porque corres el riesgo de cometer más errores. Preguntar a los demás es también un modo de intercambiar ideas o de mantener informados a los demás de lo que haces. Además, la información que puedan darte ellos puede ayudarte a aumentar tu rendimiento.
En definitiva, demuestra que eres una persona que trabaja bien y haz que trabajar contigo sea más fácil.
No te olvides de dormir bien y hacer una alimentación sana
Si quieres que tu cerebro rinda, necesitarás darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita para funcionar bien durante todo el día, así como mantener un cuerpo sano, hacer ejercicio y dormir bien.
http://motivacion.about.com/od/trabajo/ss/Como-Aumentar-Tu-Rendimiento-En-El-Trabajo_5.htm