Hay relaciones de pareja que sufren la patología de la dominación que puede ser implícita o en el peor de los casos explícita. El otro en vez de ser considerado como un ser libre se lo considera como algo que se posee, como algo que hemos comprado y tenemos derecho a su uso.
La dignidad de la persona está en conservar su libertad tanto en el ser como en el hacer y no vivir en función de otra persona o institución. Toda relación que quiera lograr una pareja feliz debe conservar como algo fundamental la libertad para descubrir la gratuidad del amor verdadero.
Una confusión que se da en muchas mujeres es pensar que si hacen todo lo posible y lo imposible, para satisfacer más a su pareja van a hacer crecer el amor y van a ser más queridas por el otro. Esto es lo mismo que decir que si tengo más dinero voy a ser más querida, si tengo una buena silueta me querrán más, si cocino bien seguro que va a estar siempre conmigo, etc., etc. etc., y así podemos continuar con la lista diciendo: Si yo soy o hago tal o cual cosa mi pareja me va a querer. Esto es una mentira que no te va a llevar a tener una pareja feliz.
Una verdad fundamental es que el amor es gratis. Cuando una persona te ama no pone condiciones, no hay una razón que la lleve a querer estar junto a ti, busca tu bien sin esperar nada a cambio, este es un signo del verdadero amor que construye una pareja feliz y que lo podemos llamar: gratuidad.
No necesitas hacer nada para ser amada, eso sí si quieres una pareja feliz debes corresponder al amor con amor pero esto es muy distinto que hacer algo para ser amada. Una pareja se constituye cuando existe la correspondencia y esta no se compra, es gratis.
El amor te deja libre y tu libertad da paso al verdadero amor. Es una mentira toda relación donde exista posesión, exigencias, normas a cumplir, esto no es vivir unidos por el amor sino que es estar juntos por alguna razón y que necesitan ciertas pautas externas para continuar con la relación y esto habla de que esta pareja no descubrió la dinámica hermosa del amor.
Tu estado de libertad da paso al verdadero amor ya que si tú no eres libre no es auténtico lo que eres y haces en tu relación de pareja, estás obrando por condicionamientos externos y esto termina en cualquier momento provocando una crisis de pareja.
El camino es ser y dejar ser, es decirle al otro: “Te amo y te acepto, no sé porque, simplemente te amo y quiero estar junto a ti”, y si hay correspondencia surge la pareja ya que el otro sentirá y te dirá lo mismo. Esto exige madurez humana y afectiva que se debe ir construyendo en un trabajo interno y personal permanente. Una pareja feliz es la resultante de dos personas maduras en lo humano y en lo afectivo, no se logra con magia.
Gabriel Giménez de
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