¿La gratitud genera felicidad?, ¿o es la felicidad la que genera la gratitud? En la definición de gratitud encontramos el concepto de felicidad de forma implícita. El significado de gratitud está directamente relacionado con la felicidad por algo que hemos recibido o experimentado. Así, vemos que ambos conceptos, gratitud y felicidad tienen un mismo punto de unión, y que el uno y el otro están directamente relacionados.
La cuestión sería analizar si la felicidad o la gratitud son el fin o el medio. Parece que cuando somos felices es sencillo desarrollar el concepto de gratitud. Sin embargo, en mi opinión, creo que es precisamente la gratitud constante, en todas las áreas de nuestra vida, la que acaba generando la felicidad.
Así, parece que la gratitud, dar gracias por lo que tienes transforma tu vida, y acaba desarrollando la felicidad.
Todos nos enfrentamos a alguna situación compleja a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, sean cuales sean nuestras circunstancias, debemos desarrollar una gratitud constante por todo lo que tenemos y somos. Para ver el valor de este concepto bastaría con realizar un viaje a algún país subdesarrollado, o conocer otras personas que viven en situaciones y condiciones muy precarias. No es cuestión de compararnos con nadie. Somos únicos e incomparables, pero cuando vemos situaciones de dificultad en el entorno, entonces sí nos damos cuenta de lo afortunados que realmente somos. Pues bien, si tratamos de desarrollar el sentimiento de gratitud, y que éste sea una constante en nuestro día a día, acabaremos generando una gran sensación de felicidad. Es cuestión de no enfocarnos en lo que nos gustaría tener y no tenemos, sino en dar gracias por lo que ya tenemos y disfrutamos.
Pensemos en cuestiones simples y cotidianas. Cuestiones que hacemos y vivimos todos los días. Abrir un grifo y obtener agua. Girar la llave y disfrutar del agua caliente. Darle a un interruptor y disfrutar de la luz. Girar una llave y arrancar un coche para ir a cualquier lugar. Podríamos poner millones de ejemplos muy simples como estos para demostrar la cantidad de cosas que deberíamos valorar en nuestro día a día. Quizá no las apreciamos suficientemente. No nos paramos a valorar la importancia que tienen en nuestras vidas, pero realmente muchas de las cosas que nos rodean serían grandes logros para millones de personas de este mundo que lamentablemente no las pueden disfrutar.
La verdadera importancia la apreciamos cuando nos faltan. Qué complicado es todo cuando nos falla algo (luz, agua, coche,…) Y si es así, ¿por qué no lo valoramos diariamente? Es cuestión de apreciar el valor y agradecer las cosas que tenemos. A través de este ejemplo podemos ver que si desarrollamos la gratitud constante por todo lo que nos rodea, acabaremos transformando nuestra vida en una vida llena de felicidad.
Por mayores o menores problemas que puedas tener, debes saber que eres un afortunado. Reconocerlo y dar gracias por todo lo que tienes y eres es el primer paso para vivir una vida de plenitud y llena de felicidad. Todo lo demás llegará.
© 2013 Miguel Ángel Guilló - @miguel_guillo -
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