¿Te has planteado alguna vez por qué hay personas que consiguen resultados, y otras que no lo hacen? ¿A qué se debe?.
Si quisiésemos hacer un pastel, necesitaríamos conocer o seguir una receta que nos permita realizar el postre que pretendemos.
Otra alternativa podría ser empezar a aplicar todos los ingredientes que vayamos encontrando en la cocina, y los vayamos metiendo en el recipiente. Dulce o salado, en mayor o menor cantidad, los introducimos en el recipiente tal y como los vamos encontrando ¿Conseguiríamos así hacer un pastel?. Saldría algo, pero seguro que el resultado no sería de mucha calidad.
En nuestras vidas ocurre exactamente lo mismo. Frecuentemente, realizamos acciones sin haber planificado previamente qué es lo que pretendemos realizar. No tenemos un propósito bien definido, y así, simplemente vamos desempeñando las tareas conforme nos van apareciendo en la vida igual que haríamos en el caso del pastel sin receta.
Si verdaderamente queremos conseguir un objetivo, lo primero que debemos hacer es identificar cuál es el objetivo.
¿Por qué entendemos la importancia de identificar qué pastel queremos cocinar, y no nos planteamos qué es lo que queremos conseguir en la vida? ¿Por qué seguimos un procedimiento y añadimos los ingredientes que necesitamos, y en las cantidades necesarias, con un orden determinado, y en nuestras vidas acabamos haciendo tareas sin orden, tal y como se nos presentan?
En la respuesta a estas preguntas están las verdaderas razones de porqué unas personas consiguen resultados y otras no. Aquellas personas que tienen claramente identificados los objetivos de sus vidas, y cómo los van a conseguir, acaban consiguiéndolos.
Aquellas personas que no saben cuáles son sus sueños, sus objetivos, y que simplemente actúan, sin conocer la dirección de sus acciones, acaban obteniendo resultados que quizá no son los deseables. La cuestión es bien sencilla. Cuando no sabemos adónde vamos, cualquier destino es posible.
¿Por qué es importante establecer objetivos?. ¿ Cómo establecer objetivos?
Los objetivos intentan tirar de nosotros como un imán, y nos ayudan a tomar acción.
¿Por qué nos cuesta establecer objetivos?.
1 – Falta congruencia. Queremos hacer algo, pero cuando llega la acción no se hace. Cada objetivo tiene un precio en esfuerzo, dedicación, cambios en la vida,… Cuando llega el momento, no estamos dispuestos a pagar el precio.
2 – Falta de responsabilidad. Cuando algo no funciona, buscamos culpables en el entorno (padres, gobierno,…).
3 – Sentimiento de culpa y falta de valía. Creencias que nos están paralizando.
4 – No valoramos la importancia de fijar objetivos
5 – No saber cómo hacerlo.
6 – Temor al rechazo o a la crítica.
7 – Temor al fracaso.
¿Qué debes tener en cuenta para diseñar el plan de acción que necesitas en tu vida?.
Soñar. Pon una música que te inspire. Siéntate en un sofá o sillón cómodos. Cierra los ojos. Empieza a imaginar la vida de tus sueños. Responde las siguientes preguntas.
¿Cómo imaginas tu vida dentro de 20 años?
¿A qué te dedicas?
¿A quién tienes a tu lado?. ¿Con quién compartes tu vida?
¿Qué posición económica tienes?
¿Cómo es la casa donde vives?
¿Cuál es tu físico?.
¿Cómo es tu salud?
Registra tus sueños. Escribe lo que acabas de ver, y trata de escribir las respuestas que han fluido en tu mente a todas las preguntas anteriores.
Concéntrate en cada uno de esos puntos relacionados con tus sueños.
Escribe 2-3 objetivos relacionados con cada uno de ellos. Estos van a ser tus objetivos a largo plazo. Cuestiones que te gustaría poder alcanzar para disfrutar de esa vida que acabas de visualizar.
Escribe las ventajas y beneficios que crees vas a poder obtener al conseguir el objetivo propuesto.
Ya tienes la base para tu plan de acción. Has sido capaz de identificar QUÉ quieres. Ahora debes empezar a trabajar en ello, y desarrollar así el CÓMO debes hacerlo para conseguir lo que te has planteado. La respuesta al CÓMO es precisamente el plan de acción
Ahora sí, es momento de empezar a poner orden en todo esto. Trata de ordenar las ideas que has escrito hasta ahora sin orden. La estructura podría quedar así :
1 – Análisis del punto de partida. Balance actual.
2 – Sueños. Determina cuáles son tus sueños en cada uno de los ámbitos de tu vida.
Familiar
Laboral
Relaciones
Financiero
…
3 – Establece unas metas para cada área.
4 – Para cada una de las metas, establece unos subobjetivos. Son las etapas que debes ir recorriendo para conseguir el objetivo último que pretendes alcanzar.
Divídelos en :
Objetivos a largo plazo
Objetivos a medio plazo
Objetivos a corto plazo
Trata de crear todos los objetivos a medio plazo que podrían ayudarte a conseguir el objetivo a largo plazo.
Trata de crear todos los objetivos a corto plazo que podrían ayudarte a conseguir los objetivos a medio plazo que necesitas conseguir para alcanzar el objetivo a largo plazo que te has propuesto.
5 – Divide cada objetivo en tareas concretas y trasládalas a un calendario. Esto supone asumir un compromiso temporal para el ejercicio de cada tarea.
6 – Determina cuáles pueden ser los recursos positivos
Personas que pueden ayudarte a conseguir el objetivo
Recursos que necesitarías para enfocarte en la dirección adecuada
7 – Determina cuáles pueden ser las zonas de huida.
Personas que podrían suponer un obstáculo en el proyecto
Dificultades que podrías encontrar
Antes de empezar a ejecutar tu plan, identifica de qué forma vas a hacer público tu objetivo final. Puedes hacerlo con alguien de tu confianza. Esto te ayudará a establecer un compromiso, y resultará un incentivo importante para no abandonar en los momentos donde encuentres dificultades. Esto es importante. El compromiso que has adquirido, que es público, debe ser alcanzado, y para ello, la perseverancia es algo fundamental.
Diseña y concédete un premio para cada hito que consigas durante el camino.
Fíjate que al seguir este proceso, acabas teniendo una lista de tareas, pero la diferencia entre esta situación, y la que tenías hasta ahora, donde desarrollabas cualquier tarea, es precisamente la diferencia entre cocinar un pastel siguiendo un procedimiento (receta), o hacerlo con cualquier ingrediente, con cualquier cantidad, y sin un procedimiento establecido. Los resultados son evidentemente distintos. Pues bien, eso es precisamente lo mismo que ocurre aquí.
Acabas de generar el procedimiento adecuado que te permite desatar la motivación necesaria para emprender acción en la dirección de tus sueños.
© 2013 Miguel Ángel Guilló - @miguel_guillo -
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