Nuestros resultados dependen de nuestras acciones. Nuestras acciones dependen de nuestras decisiones. Así, vemos cuál es el poder de la decision como primer estadio que nos conduce hacia el resultado.
¿De qué dependen nuestros resultados? ¿Del azar? ¿De las circunstancias?
Si bien el azar y las circunstancias del entorno pueden influir en nuestros resultados, en ningún caso pueden ser los responsables de los mismos. Debemos asumir que los verdaderos responsables de nuestra situación o resultados somos nosotros, y únicamente nosotros. A través de nuestras decisiones y la acción que hemos ejercido a partir de las mismas hemos alcanzado la situación en que nos encontramos.
Pensémoslo por un momento. ¿Qué circunstancia nos está ocurriendo? ¿Es deseable? ¿Decidimos en algún momento de nuestra vida algo que, tanto por acción o por omisión nos ha podido llevar a esa circunstancia actual?
El poder de la decision es aquel que condiciona y configura nuestro destino. Cada vez que tomamos una decisión estamos optando a unas determinadas cosas, y nos estamos alejando o descartando otras. Ese es el verdadero poder de la decision. Decidir algo es comprometernos en una dirección, y ejercer acciones que vayan encaminadas en esa, y sólo en esa dirección. Si en algún momento abandonamos ese camino, será fruto de otra decisión, distinta de la adoptada inicialmente. Así, vemos que si finalmente no estamos ejerciendo acción en el sentido de una determinada decisión es porque en el camino, hemos podido cambiar el rumbo. La decisión estaba tomada, sólo que en algún momento decidimos cambiarla.
Supongamos que hoy decidimos dejar de fumar. Tras analizar las graves consecuencias que el tabaco tiene para nuestra salud y bolsillo, hemos tomado la decisión de dejar de fumar. Si efectivamente es así, no cabe que mañana encendamos un nuevo cigarro. Cualquier acción que emprendamos a partir de ese momento debe ser firme y coherente con la decisión de dejar de fumar. Si en algún momento somos víctima de la tentación, supondrá que hemos tomado una nueva decisión de volver a fumar, totalmente contraria a la inicial.
Vemos que, cuando se tomamos una decisión y la mantenemos de forma consistente en el tiempo, al final, el resultado está relacionado con el propósito pretendido. Si por el contrario, en algún momento tomamos nuevas decisiones en cualquier otra dirección, lo que ocurrirá es que nuestro camino empezará a modificarse, y así aflorarán la falta de resultados, la mal llamada “mala suerte”, o las circunstancias. No. Nada de eso. Es fruto de una sucesión de decisiones sin coherencia, que todas en conjunto hacen que estemos bailando como una peonza alrededor del punto inicial. Giramos y giramos, pero realmente no avanzamos debido a la inconsistencia de nuestras decisiones.
Así pues, te invito a reflexionar sobre la posible falta de resultados satisfactorios en determinadas áreas de tu vida, y que determines si en algún caso podría deberse a lo explicado con anterioridad. Es ahora el momento de tomar una decisión firme, y comprometerte a alcanzar eso que sabes que necesitas o deseas. Tu firme propósito y tu determinación serán testigos de tu éxito.
© 2013 Miguel Ángel Guilló - @miguel_guillo -
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